A 65 años de la masacre nuclear
La ciudad japonesa de Hiroshima recordó hoy el 65 aniversario del lanzamiento de la primera bomba atómica con un llamamiento al desarme nuclear, en una ceremonia en la que, por primera vez, participó oficialmente Estados Unidos y un secretario general de Naciones Unidas. Además del embajador de Estados Unidos en Japón, John Ross, al aniversario asistieron también por vez primera representantes del Reino Unido y Francia -aliados en la II Guerra Mundial y hoy potencias nucleares- y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, con diplomáticos de otros 70 países.
A las 08.15 hora local (23.15 GMT del jueves), la misma en la que el avión estadounidense "Enola Gay" lanzó la bomba atómica en 1945, un intenso silencio se hizo entre las 55.000 personas que, según la agencia local Kyodo, se congregaron en el Parque de la Paz de Hiroshima.
El parque ocupa la explanada dejada por la detonación de la bomba de uranio "Little Boy" que arrasó Hiroshima, una ciudad que contaba entonces con unos 350.000 habitantes, según los cálculos actuales.
Cerca de 80.000 personas perdieron al vida al instante y para finales de 1945 los muertos se elevaban a unos 140.000, aunque fueron muchas más las víctimas por las radiaciones en los años posteriores.
Tres días después de aquel ataque, EEUU lanzaba una segunda bomba nuclear sobre la ciudad de Nagasaki que causó 74.000 muertos a finales de ese año, llevó a Japón a la rendición y puso fin a la II Guerra Mundial.
En la ceremonia que hoy marcó 65 años desde la tragedia, el alcalde de Hiroshima, Tadatoshi Akiba, reclamó que Japón abandone el "paraguas nuclear" de EEUU, que tras la II Guerra Mundial se convirtió en su principal aliado de seguridad.
Ante un público que incluía al primer ministro nipón, Naoto Kan, Akiba rindió homenaje a los muertos y a los "hibakusha", como se conoce a los supervivientes del desastre atómico, que "sin entender la razón, se vieron envueltos en un infierno más allá de sus peores pesadillas".
La demanda del alcalde tuvo pronta respuesta del primer ministro nipón, que tras la ceremonia afirmó que la protección nuclear de EEUU "sigue siendo necesaria" para Japón, aunque al mismo tiempo aseguró que el país tiene la responsabilidad moral de liderar la lucha contra las armas atómicas.
Tanto Kan como Akiba agradecieron la presencia oficial en la ciudad de EEUU, Reino Unido y Francia, potencias nucleares que nunca antes habían enviado representantes al aniversario del bombardeo.
El embajador estadounidense asistió "para expresar respeto por todas las víctimas de la II Guerra Mundial", según un comunicado de la legación diplomática en Tokio, que destacó que EEUU y Japón "comparten el objetivo común de avanzar en la visión del presidente Obama de lograr un mundo sin armas nucleares".
También reiteró su compromiso con la abolición de las armas atómicas el secretario general de la ONU, quien mostró su esperanza de poder celebrar en 2020 la existencia de un mundo sin amenazas atómicas.
Ban, que ayer jueves visitó Nagasaki, propuso fijar 2012 como el año de entrada en vigor del Tratado para la Prohibición de Pruebas Nucleares (CTBT), suscrito en 1996 pero que sigue a la espera de la ratificación de 44 naciones, entre ellas Estados Unidos y China.
Además, se mostró partidario de convocar reuniones periódicas del Consejo de Seguridad para analizar "la situación de nuestras promesas y compromisos" en lo relativo a las armas nucleares.
La amplia presencia internacional este año en Hiroshima y, en especial, la asistencia del embajador de Estados Unidos había suscitado grandes expectativas en la ciudad, que esperaba alguna indicación sobre una próxima visita de Barack Obama en noviembre.
Sin embargo, un portavoz de la Casa Blanca afirmó hoy que, por ahora, una visita a la ciudad que EEUU arrasó en 1945 no entra en los planes del presidente norteamericano.
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