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CAUSA ABIERTA

Un conductor causa pánico en Madrid al dejar a su paso 13 heridos y destrucción

Un conductor causa pánico en Madrid al dejar a su paso 13 heridos y destrucción

Un automovilista que perdió el control de su vehículo por motivos que aún no se han esclarecido causó ayer el pánico en el rastro de Madrid en una mañana de domingo en la que los vendedores ambulantes estaban todavía montando sus puestos. Además de causar 13 heridos -uno de ellos grave-, el conductor se llevó por delante tres tenderetes del mercadillo. Entre ellos, el más dañado fue el puesto de Alejandro, que quedó completamente destruido al caerle encima la farola contra la que colisionó el coche y que finalmente fue lo que detuvo la carrera sin control del vehículo por toda la Ribera de Curtidores, desde la Plaza de Cascorro hasta la Ronda de Toledo. Varios de los vendedores que se encontraban allí coincidieron en que el conductor del automóvil, un hombre de unos 50 años, no parecía ebrio y apuntaron que cuando colisionó con la farola estaba "muy blanco", por lo que no descartan que pudiera haber sufrido un mareo o que se asustase al quedarse sin frenos. Según los testigos, se trata de un hombre que tiene un puesto en la plaza de Cascorro y que se disponía a aparcar su coche cuando perdió la dirección del vehículo en la Ribera de Curtidores, una vía sólo abierta al tráfico los domingos para los comerciantes del Rastro.
Zapatos, cinturones y otros complementos que Alejandro estaba preparando para vender saltaron por los aires junto a la estructura metálica del puesto cuando la farola se le vino encima. El joven, todavía conmocionado por lo sucedido, explicó cómo justo antes de chocar contra la farola, el conductor atropelló a un señor de 81 años, que, según el Samur, sufrió varios traumatismos y su estado es grave. Mientras tanto, el padre de Alejandro se afanaba en limpiar un enorme charco de sangre que había dejado el atropello delante del tenderete de su hijo, a quien también estaba ayudando a reparar todos los desperfectos para poder seguir con su actividad.
El trágico episodio dejó impresionados a los vendedores que contaban ayer cómo pudieron ver que un coche bajaba sin control por Curtidores -que tiene una pendiente pronunciada- "chocando a un lado y a otro", señalaba Ana, otra de las vendedoras que vio cómo ocurría todo. "Yo me he llevado un susto tremendo y pensé que era una bomba" por el ruido de la colisión del coche contra la farola, contaba esta mujer de mediana edad, quien daba "gracias a Dios" de que todo ha ocurrido muy temprano, sobre las 08.45 horas, y el Rastro todavía no se era el habitual "hervidero" de gente.

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