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CAUSA ABIERTA

84 mujeres se desnudan en Colombia para denunciar el abandono de un muelle

84 mujeres se desnudan en Colombia para denunciar el abandono de un muelle

Las participantes a este acto pidieron soluciones prontas para su reconstrucción. En aquella ocasión, él se sintió muy complacido con el impacto de su acto de protesta así no hubiesen respondido las 10 chicas que pretendió. De manera que ahora, no podía ocultar su emoción: en el segundo gran capítulo de su protesta (SOS Internacional, Muelle Desnudo) logró que 84 mujeres hicieran el acto de destape.
Él quiso reunir 122 mujeres en alusión a que ese Muelle cumple este año 122 años de haber sido construido, pero para algo que empezó tan tímidamente, fue un brinco fenomenal. "El desnudo es porque esta gran obra de ingeniería está desnuda, y lo peor es que no hay soluciones prontas para su reconstrucción", dijo este artista porteño que no cesa de expresar su tristeza por el abandono del Muelle.
Las 84 mujeres, distribuidas en tres filas a un costado de la estructura, se despojaron de sus blusas tan pronto sonó el Himno Nacional, amplificado por un equipo de sonido desde lo alto del muelle.  Eran las 5 de la tarde.
Por todas partes, apenas apartados de la escena por cintas amarillas, los curiosos observaban y algunos lanzaban gritos y llamados porque algunas -las más tímidas- trataban de ocultar sus senos con arena y con la cabellera larga.
A todas estas, Cécil Avendaño, caminaba de un lado a otro garantizando los desnudos, y se tiró de rodilla con los brazos en alto para rezar un Padrenuestro. Las mujeres lo imitaron.
Había de todas las edades y apariencias: unas tiernas y apenas abandonando la adolescencia, y algunas otras de la tercera edad, pero eso no era lo realmente importante, sino el acto mismo de Avendaño y compañía de haber logrado una expresión de tal magnitud.
La etapa del reclutamiento
Y mucho tuvo que ver con esto Deynnis Patricia Semmler Araque, de 28 años, una de las tres chicas que en la protesta de marzo pasado se desprendió de su blusa, pero que en esta ocasión, tuvo a su cargo la más ardua de las labores: el reclutamiento.
"Fueron 10 días de visitas a los barrios, fui de casa en casa, convenciéndolas de la importancia de esta protesta. Para convencerlas, a veces hasta me tocó desnudarme, pero lo logramos", dice ella sonreída, muy segura de su expresión y haciendo valer su experiencia en el asunto.
Esta vez, Deynnis no se desnudó, sino que se aseguró de que todo fuera marchando bien, vigilando que en realidad cada una de las actrices se desprendiera de su blusa, y recogiéndolas ella misma.
Todas las mujeres lucían antifaz y algunas tenían el rostro pintado. Es que, a diferencia de la vez pasada, no querían ser reconocidas. De hecho, los antifaces fueron una solución improvisada, pues se suponía que actuarían con las caras pintadas de blanco para resguardar la identidad.
En la última parte, las mujeres cantaron en coro la canción de Shakira, 'Hay amores, levantando, por grupos, las banderas de varios países. El acto terminó cuando Avendaño, desde lo alto del muelle, agradeció la participación de todos y volvió a hacer su llamado a los países ricos, a la propia Shakira para que contribuyan en la recuperación del Muelle.
"Y al nuevo Presidente de Colombia le pedimos ayuda ahora, cuando se está hablando del tema Caribe: este Muelle fue un coloso que tuvo que caer para volver a nacer", dijo entre aplausos. El acto completo no duró más de media hora.
A esperar respuestas
Alexánder Fernández, encargado de las comunicaciones del grupo (Unidos por la recuperación del Muelle), dijo que ahora vienes dos cosas: esperar la respuesta que pueda generar el llamado, y preparar un tercer capítulo más ambicioso: desnudar 200 mujeres en la Plaza de Bolívar de Bogotá con el mismo propósito, pero evocación al Bicentenario de la Independencia de Colombia.
"No sé cómo lo vamos a hacer, pero ya nos embarcamos", y confesó que lo harán pese a que se sintieron traicionados por la Alcaldía y por algunas empresas que prometieron apoyo. Cada mujer recibirá una paga simbólica de 50.000 pesos, y ya se tiene el problema de cómo cumplirles, pero Fernández sabe que de alguna forma se completará el dinero que ahora falta.
Una que se quitó el antifaz y no tuvo problemas en dar su rostro fue Andrea Herrera, a quien le tocó actuar con su pequeño hijo, Roberto al lado. "Es que me puse a pensar: caramba, cuando uno va en bus, todos le ven a uno el seno cuando se lo está dando al hijo. Entonces se me quitó la pena", dijo.
"Estoy contenta, alegre, y con la fe de que vamos a contribuir a que por fin recuperen el Muelle", dijo una de sus compañeras. "Para mí significa mucho este Muelle -agregó otra más allá-, porque aquí mi papá y mamá se reconciliaron hace seis años, y era una tristeza que se esté acabando". (El Tiempo)

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