Grecia se rinde
Con un discurso solemne, el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, anunció el viernes desde una paradisíaca isla del Egeo que ha pedido a sus socios europeos y al Fondo Monetario Internacional (FMI) que rescaten a Grecia del infierno financiero. Con referencias a la Odisea y en un tono dramático, Papandreu capituló ante la presión de los mercados, consciente de que Atenas es incapaz de hacer frente por sí sola a sus obligaciones. La petición pone en marcha una operación de rescate sin precedentes como respuesta a la mayor crisis del euro desde su nacimiento. Los inversores, con todo, desconfían de que la ayuda sea suficiente para despejar la amenaza de un impago, una moratoria, un canje o una reestructuración de deuda.
La Comisión Europea anunció su propósito de actuar "de manera rápida" pero sin concretar fechas. Grecia precisa con cierta urgencia unos 10.000 millones de euros para mayo y el mecanismo conjunto de la UE y el FMI no tiene un plazo previsto para ser operativo. La operación global de rescate ascendería a unos 45.000 millones de euros, de los que 15.000 millones serían aportados por el FMI al 3,75% y los 30.000 millones restantes en forma de préstamos bilaterales en torno a un 5% de interés por parte de los miembros del euro, con Alemania y Francia a la cabeza. La aportación de España asciende a 3.600 millones de euros.
La situación de Grecia se agravó anteayer tras el anuncio de Eurostat, la oficina estadística de la Comisión de revisar por tercera vez al alza el déficit público griego hasta situarlo en el 13,6% para 2009. Para el mismo año la deuda ascenderá hasta los 273.000 millones de euros lo que supone el 115 % del PIB. Para este ejercicio las previsiones elevan la deuda hasta el 120% del PIB.
Los presidentes del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, y del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, emitieron ayer un escueto comunicado según el cual "tomaban nota de la petición del Gobierno griego para activar el mecanismo de apoyo financiero". Los miembros del Eurogrupo deberán tomar una decisión unánime sobre la puesta en marcha del mecanismo de rescate, según acordaron los jefes de Estado y de Gobierno el pasado 25 de marzo. El comunicado recuerda que el apoyo se basará en el programa que actualmente está siendo preparado por la Comisión, el BCE y el FMI junto con las autoridades griegas. Pero la convocatoria de la reunión del Eurogrupo para tomar esta decisión todavía no se ha realizado.
Funcionarios de estas tres instituciones se encuentran ahora en Grecia para definir los aspectos técnicos del mecanismo de ayuda y el ritmo de su implementación. El portavoz de Asuntos Económicos y Monetarios, Amadeu Altafaj, manifestó ayer que "todo está hecho para que se pueda activar en cuestión de días". "Pero no me puedo pronunciar sobre la fecha. Todo se hará de manera rápida" y de acuerdo con las condiciones exigidas, insistió. Altafaj añadió que no se preveía "ningún obstáculo". También el director del FMI, Dominique Strauss-Khan, prometió actuar con "rapidez".
Los obstáculos pueden venir, sin embargo, de Alemania, alimentados en buena parte por la proximidad de las elecciones del 9 de mayo en el estratégico Estado de Renania Westfalia, dominado históricamente por la izquierda y ahora en manos de los conservadores, que no quieren perder.
Poco después de conocer la petición de Papandreu, la canciller Angela Merkel fijó sus condiciones para conceder la ayuda a Grecia. En su opinión, el mecanismo de rescate sólo se puede activar si "asegura la estabilidad del euro en su conjunto" y Grecia presenta un "programa de austeridad creíble". En su opinión, sólo después de la presentación de este plan, la Comisión, el BCE y el FMI decidirán si la situación o la estabilidad del euro requieren activar las ayudas.
El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, mantenía todavía el pasado jueves que no creía que Atenas precisara una ayuda financiera antes de mediados de mayo. En cualquier caso el mecanismo de rescate para Grecia debe ser aprobado por el Parlamento alemán (Bundestag). La aprobación por los diputados exigirá en el mejor de los casos varias semanas. Schäuble ha logrado el compromiso, de los partidos de la coalición de Gobierno, formada por conservadores y liberales, de proceder con "diligencia".
El Gobierno de España, que ejerce la presidencia de turno de la Unión Europea, manifestó ayer "su satisfacción" por las medidas adoptadas por al UE ante la crisis griega. Lo cierto es que hace dos semanas, cuando la situación financiera se agravó, Papandreu se dirigió primero al presidente José Luis Rodríguez Zapatero en busca de ayuda.
Igualmente, la ministra de Finanzas francesa, Christine Lagarde, expresó su satisfacción por el hecho de que Grecia haya decidido "lanzar" el proceso de ayuda. A su juicio, la decisión de Atenas tiene la virtud de poner en marcha un mecanismo "que el mercado esperaba con inquietud y en la incertidumbre".
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