Garzón al Supremo: "no recibí ni un centavo del Banco Santander"
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha confirmado ante el magistrado instructor del Tribunal Supremo Manuel Marchena que no percibió cantidad alguna, "ni un dólar, ni un centavo" del patrocinio del Banco Santander para los dos cursos que organizó en la Universidad de Nueva York, según ha declarado su abogado, el ex fiscal antiterrorista Enrique Molina. El juez fue sometido a un intenso interrogatorio por parte del juez Manuel Marchena, buscando contradicciones de Garzón, aunque el propio instructor cometió errores en sus preguntas. Al término de la comparecencia, que se ha extendido cinco horas, Molina ha asegurado que Garzón ha podido aclarar ante el juez instructor algunos "puntos oscuros" en el proceso abierto contra él por supuestos delitos de prevaricación y cohecho derivados de haber organizado estos cursos. Según el letrado, Garzón, que no ha hecho ninguna declaración ante la prensa, no ha respondido a las preguntas de la acusación popular -los abogados Antonio Panea y José Luis Mazón- porque entendía que el objeto de la segunda querella era distinto de las imputaciones iniciales y, sobre todo, porque la querella "contenía argumentos denigratorios e insultantes", con referencias a que el juez "se untó", "puso la mano" o "se dejó sobornar", expresiones poco acordes con el habitual formalismo del Tribunal Supremo, pero que en este caso las ha admitido.
Garzón, que ha expresado su máximo respeto por el Tribunal Supremo, ha detallado ante el instructor cuáles han sido sus honorarios, cómo los ha recibido y de dónde procedían, esto es, de la Universidad de Nueva York. Según su abogado, con independencia de estos honorarios, existía un patrocinio del Banco Santander, por importe de 302.000 dólares, que fue gestionado por la universidad y del que el juez no percibió ninguna cantidad. Además, ha recordado que en las actuaciones existen tres cartas en las que se reconoce la gestión de fondos por parte de la universidad.
Garzón ha entregado a Marchena varias copias de cartas dirigidas a Rodrigo Rato, José Luis Rodríguez Zapatero, a varios ministros o a Alberto Ruiz Gallardón o Esperanza Aguirre, en la que, al igual de las mandadas a Emilio Botín que obran en la causa, las inicia con la palabra "querido" y las termina con "un abrazo".
A su llegada, 15 minutos antes de la hora prevista, le recibieron medio centenar de cámaras de televisión y fotógrafos, aunque no había personas manifestándose a favor o en contra. Sólo una mujer que ha animado al juez con gritos de "inocente, inocente". La comparecencia ha comenzado con una hora de retraso por la insistencia del abogado de Garzón de que se registrase.
Tensión en el mundo judicial
Esta nueva cita de Garzón ante el Supremo llega en uno de los momentos más tensos que vive el mundo judicial en los últimos años, con una creciente movilización de amplios sectores políticos, jurídicos y sociales en apoyo y contra de determinados respaldos al magistrado.
En la comparecencia de esta mañana, los abogados querellantes, Antonio Panea y José Luis Mazón, han relacionado el patrocinio del Banco Santander y la estancia universitaria del juez en Nueva York con el hecho de que Garzón archivó meses después una querella contra el presidente de ese banco, Emilio Botín, pese a que lo hizo siguiendo el dictamen del fiscal y fue respaldado por la Audiencia Nacional. Esta es la segunda ocasión en la que Garzón declara en calidad de imputado ante un juez del alto tribunal, después de que el pasado 9 de septiembre lo hiciera ante Luciano Varela.
El patrocinio de 302.000 dólares desembolsados por el banco fue justificado por la Universidad de Nueva York en una detallada contabilidad que incluye los gastos de viajes, alquileres de locales y equipos y honorarios de conferenciantes. La universidad neoyorquina certificó que el Centro Rey Juan Carlos I "administró y gastó esos patrocinios" y añade que "ninguno de estos gastos tomaron la forma de compensación directa o indirecta, en dinero o especie, al juez y su familia" .
Por otra parte, el Supremo ha decidido finalmente anular la "reunión informativa" prevista para los corresponsales internacionales, que luego se amplió a los españoles, en la que el magistrado del gabinete técnico del alto tribunal, Jacobo López Barja de Quiroga, iba a explicar los procedimientos penales contra aforados y el estado de las tres causas abiertas a Garzón.
Según ha informado el alto tribunal, la decisión se ha tomado ante el centenar de peticiones de asistencia, que hacía imposible atender bien a los profesionales. El Supremo informará por escrito a quien lo solicite acerca del régimen técnico aplicable en los procesos contra aforados.
Las manifestaciones de apoyo "le perjudican"
El abogado defensor del juez Baltasar Garzón en la causa sobre sus cursos en Nueva York, Enrique Molina, ha asegurado hoy que las manifestaciones que vienen sucediéndose en los últimos días en apoyo de su cliente "le perjudican" en su estrategia de defensa, aunque aclaró que él "no las controla", informa Europa Press.
"A mí no me gustan. Cualquier manifestación que se haga para perturbar el orden o el sosiego de un tribunal de justicia perjudica al propio encausado, es conocer mal lo que es la psicología de un magistrado", ha señalado Molina en declaraciones a las puertas del Tribunal Supremo después de la declaración de cuatro horas que ha protagonizado el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional.
El letrado ha considerado "inasumible desde un punto de vista profesional" que su cliente pueda estar sufriendo una "persecución" por parte del Supremo, tal y como defienden algunos de sus partidarios, y ha señalado que ese planteamiento es "una cuestión de medios". A su entender, el hecho de que Garzón esté imputado en tres causas "de orientaciones diferentes" -la de la Memoria, la de los cursos y la de las escuchas de la Gürtel- hace "complicado" que pueda existir "una persecución por tres frentes coordinados".
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