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CAUSA ABIERTA

"Jueces, políticos y empresarios integran las mafias en Guatemala"

"Jueces, políticos y empresarios integran las mafias en Guatemala"

El jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), el jurista español Carlos Castresana, asegura que jueces, fiscales, políticos, diputados, empresarios y policías forman parte de las poderosas mafias que operan en este país. Estos grupos criminales "son muy poderosos, tienen una enorme capacidad de torcer el brazo del Estado de Derecho" y "elementos poderosísimos dentro de la Fiscalía, dentro de la policía, dentro del Organismo Judicial", dijo Castresana en entrevista con Efe.
"No nos engañemos: hay magistrados que están en las nóminas (de las mafias), hay empresarios, hay políticos, hay diputados que trabajan para estos grupos", señaló.
Estos personajes, precisó, "saben totalmente lo que están haciendo" y, aunque no todos libran las mismas batallas, "cada uno tiene sus sectores de interés y sus grupos a proteger".
Se trata, explicó, de "grupos mortalmente enfrentados entre sí", pero que "ahora cierran filas" al sentirse amenazados "como nunca antes habían sido amenazados, por la Cicig pero también por el Ministerio Público".
Según el comisionado, "son grupos que hace 20 o 30 años trabajaban en el contexto del conflicto armado, y hoy trabajan simplemente por dinero".
"Y claro está que se protegen unos a otros y cierran filas cuando sienten el empuje del Estado de Derecho", afirmó.
En los dos años y medio que lleva la Cicig trabajando en Guatemala "estos grupos han sido identificados perfectamente, por eso es que están reaccionando", sostuvo Castresana al denunciar una "campaña de desprestigio" en contra del organismo que dirige.
Hace unos meses, agregó, estos grupos "podrían tener una idea genérica" de que estaban en la mira de la Cicig, "pero ahora sí tienen una idea muy concreta" por las actuaciones que ha llevado a cabo esta comisión y que, entre otras cosas, derivó en la detención de jefes policiales y del ex presidente Alfonso Portillo (2000-2004).
"Hay mucha información que todavía guardamos y que los malos no saben que tenemos, pero conforme traducimos esa información en prueba de cargo y los llevamos ante los tribunales, nuestras cartas se irán viendo conforme las ponemos sobre la mesa", indicó.
La Cicig es una instancia de las Naciones Unidas, única en su género, que fue solicitada por el Gobierno guatemalteco para colaborar en el desmantelamiento de los grupos criminales y mafias que se han incrustado en el Estado para procurar impunidad.
Castresana subraya que no son paranoicos pero sí han percibido una "actitud agresiva, negativa, infundada, de ciertos sectores" que responden a los "intereses de los grupos clandestinos".
"Hemos hecho tanto daño a sectores que nunca habían sido molestados en Guatemala, que éstos naturalmente reaccionan", señaló.
Según el jurista, "una de las maneras, no la única pero sí importante", con que las mafias intentan dañarles "es causando un desgaste a la imagen de la Comisión, incluso a la persona del comisionado", por medio de publicaciones malintencionadas.
Se refirió así a una supuesta campaña iniciada tras la captura de Portillo que se ha traducido, entre otro hechos, en diversas publicaciones en la prensa local en las que se cuestiona el trabajo de la Cicig y se critica que no se ataque a otros grupos criminales.
"Sabíamos que esto se iba a producir. No estamos particularmente asustados o alarmados, (pero) naturalmente nos molestan las falsedades que estamos viendo publicadas", declaró.
Los "operadores" de la campaña de desprestigio, indicó Castresana, utilizan los medios de comunicación locales para arremeter en contra de la Comisión Internacional Contra la Impunidad.
"La prensa se escandalizó cuando, hace un año, dije que (los grupos clandestinos) están también dentro de los medios de comunicación y pedían nombres: pues allí están, ahí los tienen, los pueden ver con la misma transparencia (con) que los vemos nosotros", comentó.
Agregó que "en aquel entonces" estaban en una situación "tranquila" porque aún no se había tocado a los grupos que representan o protegen.
"Como ahora los hemos tocado, pues ellos han reaccionado", dijo.
"Estamos en el buen camino, se están dando los resultados. Precisamente por eso hay esa reacción feroz de lo grupos que nunca habían sido molestados", concluyó.

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