El abuso sexual goza de inmunidad diplomática
Un tribunal de Nueva York desestimó este martes la demanda por acoso sexual que fue interpuesta contra Naciones Unidas por una empleada estadounidense del organismo internacional, Cynthia Brzak, quien alegó que había sufrido abusos del entonces Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y antiguo primer ministro de Países Bajos, Ruud Lubbers, que dimitió en 2005 a raíz del escándalo generado por la acusación.
La Corte neoyorquina rechazó la demanda al considerar que tanto Naciones Unidas como Lubbers gozan de inmunidad, pero no se pronunció sobre la acusación presentada por Brzak, quien aseguró haber sufrido tocamientos impropios del ex máximo representante de ACNUR durante una reunión celebrada en Ginebra en 2003. Lubbers fue designado en el cargo en 2001 por el que fuese secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, pero dimitió en 2005 como consecuencia de la denuncia interpuesta por Brzak. Un informe interno de la ONU respaldaba las acusaciones de la empleada estadounidense, pero Annan consideró que no la investigación no proporcionaba pruebas suficientes para actuar contra el acusado. Poco después, Brzak presentó una demanda por discriminación sexual contra la ONU, Annan, Lubbers y otros seis empleados del organismo internacional alegando que habían tomado represalias por la denuncia que había efectuado contra el ex primer ministro holandés. La decisión del tribunal de apelaciones de Nueva York ratificó la sentencia emitida en 2007 por la Corte de Distrito, en la que alegaba que Naciones Unidas --conforme a la Convención sobre Privilegios e Inmunidades de 1946--, goza de inmunidad y, por lo tanto, todos los miembros del organismos mencionados en la denuncia disfrutan de ella. Lubbers, que fue primer ministro de Países Bajos entre 1982 y 1994, donaba los 300.000 dólares que percibía anualmente como Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados.
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