Modelos gordas ya desfilan en pasarelas de famosos diseñadores
Velvet D'Amour es una veterana de las pasarelas y ha desfilado creaciones de Jean Paul Gaultier y John Galliano; Crystal Reen fue recientemente la protagonista de la carátula y el editorial de moda de la prestigiosa revista norteamericana V Magazine; Lizzie Miller y sus fotos en la revista Glamour (en las que se le veía algo de barriga) provocaron más cartas de apoyo que las de cualquier otro personaje en los últimos tiempos. Las tres son hermosas y reconocidas modelos que, paradójicamente, si vivieran en Colombia no tendrían trabajo... por lo menos no meneándose sobre una pasarela.
La razón es de peso, literalmente, y se resume en unos rollitos (varios, para ser más precisos) de más en la cintura; entre 15 y 20 centímetros adicionales a los 90 que se estilan en la cadera, y otras combinaciones numéricas -siempre a favor de ellas- en sitios estratégicos como el busto, los muslos, los brazos y las pantorrillas.
Ellas, al lado de otros rostrosmenos populares, representan una tendencia creciente en el modelaje mundial que empezó a apostarles a mujeres con cuerpos más rellenos y, sobre todo, más cercanos a la realidad de la mayoría de mujeres del mundo.
Y aunque en estos días de ferias y semanas de moda en el mundo -acaban de terminar la Semana de la Moda de Nueva York y la II Semana Internacional de la Moda de Bogotá- lo que más se ve en materia de modelos son figuras delgadas, algunas tallas 0 y como máximo una talla 6, la apuesta por las maniquíes humanas 'gorditas' ya tiene repercusiones importantes.
La 'hambrienta'
La inspiradora de este movimiento -del que han hecho eco importantes medios impresos como 'The New York Times' y 'El País', de Madrid- es la modelo norteamericana Crystal Reen, quien en septiembre del 2009 lanzó su libro Hungry (Hambrienta).
En sus páginas, la joven de 23 años y actual modelo de la agencia Ford (una de las más reconocidas del mundo) relata la experiencia vivida desde los 14 años, cuando empezó la pesadilla que la llevó a volverse anoréxica para mantenerse como modelo talla 0 y así seguir vigente en su profesión.
Hoy las cosas son diferentes para ella y no precisamente porque el glamour y la fama que la han acompañado siempre la hayan dejado. Todo lo contrario, con sus 96 centímetros de busto, sus 82 de cintura, sus 109 de cadera y sus muy bien distribuidos 75 kilos de peso, Reen triunfa en pasarelas como la de alta costura Jean Paul Gaultier, en el 2005 y la de Elena Miró, con la que cerró la Semana de la Moda de Milán.
También apareció en las ediciones norteamericana, francesa e italiana de la revista Vogue y ha sido estrella de campañas como la de la marca Dolce & Gabanna y la española Mango, que no sólo la nombró protagonista de su iniciativa 'Why not?' (¿Por qué no?), sino que se inspiró en su historia para ampliar su estrecho portafolio de tallas y llevarlo de la 34 a la 46 en Europa (14 o 16 en el mercado colombiano).
El surgimiento de modelos talla 10 y 12 -hasta hace unos años ignoradas y casi vetadas en la industria del modelaje- se debe en parte a una lucha que se ha dado en varios eventos internacionales de moda por la salud de quienes se dedican al modelaje.
Desde la Pasarela Cibeles (España), pasando por la Semana de la Moda de Sao Paulo (Brasil) y hasta Colombiamoda (Medellín) se han escuchado voces en contra del uso de modelos extremadamente delgadas.
Algunas de ellas, incluso, han sido rechazadas por su inquietante flacura. Historias de ese estilo fueron las que inspiraron a Stephen Gan, editor de V Magazine, a destacar la tendencia de las modelos 'plus-size' en su publicación. Así mismo, importantes agencias de modelaje como Ford y Wilhelmina ya tienen divisiones de tallas grandes en las que han firmado a talentos como Reen y Miller.
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