Cambio climático: más hambre en el mundo y algunos agricultores beneficiados
En los próximos años el calentamiento global y su efecto sobre el clima tendrán un duro impacto en los precios de los alimentos y el hambre en el mundo, afirmó un estudio presentado hoy ante la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de las Ciencias (AAAS) en San Diego (California). Pero así como sus consecuencias serán especialmente duras para muchos sectores, habrá otros que resultarán beneficiados por la situación, indicó el estudio realizado por científicos del Programa de Seguridad Alimentaria y Ambiente de la Universidad de Stanford (California).
Según los investigadores, las temperaturas más altas podrían reducir de manera considerable la producción de trigo, arroz y maíz, ingredientes básicos en la dieta de millones de personas que subsisten con un ingreso de menos de un dólar diario.
La escasez resultante de esas cosechas probablemente empuje al alza los precios de los alimentos y aumente la pobreza de amplios sectores.
Pero, por otro lado, otros grupos, especialmente de agricultores, saldrán de la pobreza como consecuencia del alza de precios de los alimentos básicos que producen, según David Lobell, científico experto en asuntos agrícolas de Stanford.
"El impacto sobre la pobreza no depende sólo de los precios de los alimentos sino también de los ingresos que tiene la gente pobre", indicó.
Según el científico, la mayoría de las proyecciones dan por sentado que con el alza de los alimentos se incrementará paralelamente la pobreza porque los indigentes gastan la mayor parte de sus ingresos en esos alimentos.
Entre ellos se cuentan los trabajadores rurales a sueldo y los pobres que viven en las ciudades.
Sin embargo, señaló, "hay algunos que cultivan su propia tierra y en realidad resultarán beneficiados de los mayores precios de los alimentos".
En su estudio, los científicos Marshall Burker y el economista Thomas Hertel, de la Universidad Purdue, analizaron los resultados del cambio climático en 15 países en desarrollo de América Latina, Asia y África que incluyó la producción de arroz, trigo y maíz.
La investigación indicó tres escenarios, el primero de los cuales y "más probable" es el que planteó el Panel Internacional sobre Cambio Climático que pronosticó un aumentó de temperatura de un grado centígrado para 2030.
En ese caso, el modelo proyecta un cambio relativamente bajo en la producción alimentaria, los precios y la pobreza.
Pero en otro escenario, en el que el aumento de la temperatura sería de 1,5 grados, el modelo indica la posibilidad de una baja en la productividad agrícola de 10 a 20 por ciento.
Eso significaría un aumento de 10 a 60 por ciento en los precios del arroz, el trigo y el maíz y un incremento consiguiente de 3 por ciento de aumento en la pobreza de los 15 países.
Sin embargo, el estudio indicó que el análisis de los países de forma individual produjo un panorama más complicado.
Señaló que en 11 de los 15 países, los pobres dueños de sus tierras se beneficiarían de los precios más altos de los alimentos.
Pero Lobell explicó que también hay países, como Bangladesh, donde la mayoría de los pobres viven en zonas urbanas y no cultivan su propia tierra y esos serían los más afectados.
En un último escenario, en que las temperaturas globales aumentarían sólo 0,5 grados centígrados, debería registrarse un incremento de la productividad agrícola.
El excedente resultante causaría una baja de un 16 por ciento en los precios lo que iría en detrimento de los agricultores, según el estudio.
En Tailandia, la pobreza de los agricultores dueños de sus tierras aumentaría en un 60 por ciento, en tanto que en otros, como Zambia, Mozambique, Malaui y Uganda, la pobreza en el sector agrícola declinaría en un 5 por ciento.
"Es importante tener en cuenta que cualquier cambio, por extremo que sea, beneficiará a algunos hogares y perjudicará a otros", añadió Lobell.
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