La antigüa Grecia lucha para no quebrarse
Grecia está paralizada. La huelga genera convocada por los funcionarios ha dejado sin servicios y sin Administración pública al país.
Aunque aún no hay datos concretos del seguimiento, el paro afecta a los centros de enseñanza pública, los ministerios, los aduaneros y la sanidad estatal. Los controladores aéreos también se han sumado a la huelga, lo que supone el cierre completo del espacio aéreo griego.
Es en realidad la primera de una serie de protestas anunciadas contra los severos recortes económicos propuestos por el Ejecutivo socialista para tratar de sanear las maltrechas cuentas públicas.
El Gobierno griego quiere bajar hasta un veinte por ciento el sueldo de los funcionarios y retrasar la edad mínima de jubilación, entre otras medidas.
“Todo el mundo debería echarse a la calle, es la única manera: hay que luchar para que se haga justicia”, decía un manifestante.
En cambio una mujer sí que cree que hace falta instaurar medidas de austeridad “si queremos salir de esta crisis, corregir los errores del pasado”.
Dos manifestaciones recorrerán hoy el centro de Atenas, cuyos accesos fueron cerrados ya a primera hora de la mañana.
El déficit griego superó el año pasado el triple del máximo impuesto por la eurozona y su deuda pública supera ya el 120 por ciento del PIB.
El gobierno socialista de Grecia anunció una dura política de ingresos para salir de una crisis fiscal y trató de suavizar el impacto elevando los impuestos a la personas ricas.
Grecia ha prometido recortar un déficit de presupuesto de dos dígitos que ha estado alimentando una inmensa deuda, sacudiendo la fe en el euro y propagándose a otros países de la periferia de la zona euro.
"Ha llegado el momento de los grandes cambios. El país no puede darse el lujo de esperar más", dijo Papaconstantinou durante una conferencia de prensa. "Todos deben contribuir claramente al gran esfuerzo para salvar a nuestra economía".
El funcionario develó dos proyectos, uno en los sueldos del sector público y otro sobre la tributación, apuntando a mostrar que las medidas serán duras pero justas, con la carga más pesada sobre quienes tengan mejores circunstancias.
Las ganancias de cerca de 60 mil euros por año soportarán el grueso de la reforma fiscal, aunque ni el primer ministro ni sus ministros tendrán aumento de sueldo este año, en línea con un congelamiento en los pagos del sector público, dijo.
Una serie de activos, desde dividendos hasta ganancias de capital de corto plazo y utilidades corporativas distribuidas, serán gravados más pesadamente mientras que la firmas que reinviertan o contraten jóvenes tendrán exenciones tributarias.
Compañías extranjeras y los poseedores de grandes propiedades serán analizadas.
Un congelamiento en las contrataciones se aplicará al sector estatal, donde una serie de suplementos salariales se recortarán en un 10 por ciento. De cada cinco personas que se vayan se contratará a una, agregó.
Las detalladas medidas enojaron a ADEDY, que dijo que consideraría aumentar las acciones desde ahora en adelante. Se espera que su huelga el miércoles afecte los vuelos, a las escuelas, los hospitales y a los servicios.
Aunque el Gobierno disfruta un sólido apoyo popular, con cerca de un 65 por ciento de los griegos acogiendo las duras medidas, los sindicatos han lanzado un mes huelgas.
En medio de las especulaciones de que la Unión Europea podría rescatar a Grecia si muestra un compromiso para sanear sus finanzas, Papaconstantinou dijo que esperaba que los socios de la UE y los mercados, que han estado acosando a Grecia por meses, reaccionen más positivamente.
"Los socios de la UE y los mercados vigilarán de cerca la implementación de nuestro plan fiscal. Creo que la respuesta será positiva. Las medidas que hemos anunciado están convirtiéndose en acciones", dijo.
0 comentarios