El Valencia brilla y acosa al Madrid

El Valencia por fin ofreció en Mestalla su mejor cara. La que suele mostrar lejos de casa. Los ché se divirtieron en el derbi de la Comunitat Valenciana a costa de un Villarreal desdibujado que nunca tuvo opciones de ganar y fue enterrado definitivamente cuando se quedó con diez por una clara falta de Kiko fuera del área.
Los ché arrancaron el encuentro con fuerza. David Villa se mostró incisivo desde primera instancia y buscó siempre desmarques verticales entre los centrales a la espera de que Silva o Banega trazaran un pase de gol.
Sin embargo, el centrocampista argentino olvidó por un instante sus obligaciones como creador para darse un capricho como definidor. A los seis minutos recibió un balón en la frontal del área para alojarlo en la escuadra y abrir el marcador. Era su primer gol con la camiseta valencianista.
Con el marcador a favor, el Valencia continuó asediando la portería amarilla. La sentencia no tardó en llegar. Villa le robó la cartera a Kiko, quien tuvo que derribar al asturiano de manera ilegal cuando encaraba a Diego López. La expulsión del canterano fue justa, aunque no el penalti. La falta se cometió fuera del área. Pese a ello, el colegiado decretó pena máxima y Villa se encargó de convertirla en el 2-0.
En la segunda mitad, el dominio del Valencia fue abismal. Los ché controlaron el partido por completo. Silva amplió la cuenta a pase de Mathieu, excelente durante todo el partido, y la goleada pudo ser de escándalo, pero a los locales les falló el punto de mira.
En la recta final del encuentro, los ché sufrieron una de sus clásicas pájaras regalaron a los amarillos el gol del honor. Alexis tiró un sombrero a César para dejar a Nilmar solo frente a la porteria para que marcara sin oposición. Pese al gol el Villarreal no creyó en sus posibilidades y continuó dejándose dominar por el Valencia. Villa redondeó el marcador con un nuevo gol a la contra y cerró la fiesta valencianista.