Al Papa sólo le faltó decir que los Reyes Magos son los padres
El Papa Benedicto XVI recordó hoy que, tal y como relata el Evangelio, los Reyes que fueron a adorar a Jesús no eran ni potentes ni verdaderos soberanos, sino simples Magos, "personajes desconocidos" para la mayor parte de los habitantes de Belén, según declaró durante la homilía de la Misa de la Epifanía, que se desarrolló en el interior de la basílica de San Pedro.
"Llegan a Belén no los potentes y los reyes de la tierra, sino algunos Magos, personajes desconocidos, quizá incluso vistos con sospechas, y en cualquier caso, que no merecen especial atención", explicó el Pontífice.
Aun con todo, "es comprensible que el corazón y el alma de los creyentes de todos los siglos hayan sido atraídos por la visión del profeta", en alusión a la profecía de Isaías, en la que se hacía referencia a la sumisión de los grandes de la Tierra al Niño Dios. Así lo demuestran "las representaciones de esta visita en nuestros pesebres, donde aparecen los camellos, los dromedarios, los reyes potentes de este mundo que se arrodillan frente al Niño y depositan a sus pies sus dones", señaló.
No obstante, "se debe prestar mayor atención" al texto, señaló, precisando que el mensaje que contiene este pasaje de las Escrituras es que "en el camino de la historia, siempre habrá personas que serán iluminadas por la luz de la estrella, que encuentran el camino y llegan a Él. Todas, cada una a su manera, viven la misma experiencia que vivieron los Magos", aseguró.
"Podemos entonces preguntarnos: ¿Cuál es la razón por la que algunos ven y encuentran y otros no? ¿Qué es lo que abre los ojos del corazón? ¿Qué el lo que les falta a aquellos que se quedan indiferentes?", prosiguió, y señaló que la respuesta se encuentra en "la excesiva seguridad en sí mismos, la pretensión de conocer perfectamente la realidad".
En este sentido, "la presunción de haber formulado ya un juicio definitivo sobre las cosas cierra e insensibiliza sus corazones a la novedad de Dios". En suma, "lo que falta es la humildad auténtica, que sabe someterse a lo que es más grande, pero también el coraje auténtico, que lleva a creer en lo que es verdaderamente grande, también si se manifiesta a través de un Niño inerme", concluyó.
Tras la agresión que el Papa sufrió el pasado 24 de diciembre al inicio de la Misa de Gallo, cuando una desequilibrada mental se lanzó sobre él y lo tiró al suelo, el Vaticano ha intensificado las medidas de seguridad, ampliando el pasillo por donde pasa el Papa, entre otras cosas.
Aun con todo, estas modificaciones no impiden al Papa entrar en contacto con los fieles. De hecho, esta mañana, el Pontífice no renunció a acercarse a la multitud, estrechando la mano que le tendían algunas personas y acariciando en la cabeza a algunos niños.
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