Miles de uruguayos fuman en el lugar de trabajo pese a prohibición

Entre 2006 y 2008 se registró un descenso de un 5% en el consumo de tabaco. Uno de cada cuatro uruguayos mayores de 15 años posee el hábito y en el 22% de los lugares de trabajo se incumple la norma que prohíbe fumar.
Según el informe 2009 sobre Control del Tabaco en Uruguay hay 550.000 fumadores, es decir, el 25% de la población.
El estudio fue presentado ayer por el Sindicato Médico del Uruguay (SMU), la Federación Médica del Interior (Femi) y el Centro de Investigación de la Epidemia de Tabaquismo (Ciet). Para su elaboración, se tuvo en cuenta el estudio Internacional de Evaluación de Impacto de las Políticas de Control del Tabaco.
A pesar de ello, según la Encuesta Nacional de Prevalencia en Tabaquismo (Enpta) realizada en 2008, entre 2006 y 2008 hubo un descenso de casi el 5% del total de fumadores.
Por su parte, el 90% de los encuestados consideró que la medida que prohíbe fumar en ambientes cerrados adoptada por el Poder Ejecutivo es beneficiosa para la salud de todos. Sin embargo, el grado de acatamiento de la norma es bajo para los lugares de trabajo, con un 22%, mientras que es superior para los bares y restaurantes.
Las encuestas demuestran que el 65% de los actuales fumadores ya han intentado dejar de fumar en algún momento de su vida. El 53% de ellos tiene adicción moderada a severa al tabaco y menos del 10% ha utilizado fármacos específicos para abandonar su dependencia. Además, al menos el 42% de los uruguayos fue en algún momento un fumador. Si se tiene en cuenta el sexo, eso se resume a la mitad de los hombres (52,1%) y un tercio de las mujeres (33,2%). Más del 60% de los hombres mayores de 55 años entrevistados consumió tabaco.
En términos económicos, el gasto medio diario (en precios de diciembre 2007-abril 2008) de los fumadores de cigarrillos fue de $ 30.
Los hombres gastaron más por día en cigarrillos que las mujeres,
$ 34 versus $ 28. Cuando se considera el tipo de producto de tabaco utilizado, se encuentra que el gasto diario es de $ 30 cuando se consume cigarrillos industriales y de $ 6 cuando se consume tabaco de armar.
Por su parte, el 73% de los consumidores de tabaco de armar pertenecen al estrato socioeconómico bajo y el 25% al estrato medio. Es así que los estratos socioeconómicos más bajos dedican el 9% de sus ingresos al consumo de tabaco y de abandonar el tabaco puede aumentar entre un 20 y 25% su poder de compra de alimentos.
Por su parte, el 12% de los fumadores consumen productos de contrabando. Estos son consumidos por el estrato socioeconómico más bajo, siendo el principal lugar de venta de cigarrillos el almacén del barrio y no el vendedor callejero.
Para la investigación se encuestó a la población uruguaya de ambos sexos de 15 años y más, en 75 localidades de más de 2.500 habitantes. En total se completaron 5.375 formularios.
En tanto, para el Estudio Internacional de Evaluación de Impacto de las Políticas de Control del Tabaco (Estudio ITC) organizado por el Instituto del Cáncer , Roswell Park, de los EE.UU., y la Universidad de Waterloo (Canadá), se realizaron dos encuestas, una en 2006 y otra en 2008. En total se entrevistaron 1.500 fumadores.