Se derrumbó el caso del arsenal en Uruguay: "Un huraño que armaba su propia guerra", dijo fiscal de crimen

Un total de 50 testigos pasaron por el Juzgado especializado del Crimen Organizado de segundo turno para brindar datos que permitieran al juez Jorge Díaz y al fiscal Ricardo Perciballe armar un perfil social, profesional y hasta psicológico de Saúl Feldman que permitiera explicar cómo y por qué acumuló un arsenal de 704 armas y miles de municiones en una finca del barrio de Aires Puros.
Entre el 17 y el 23 de diciembre está previsto que declaren una decena de empresarios vinculados a Feldman a través de su actividad como asesor en el área forestal, entre ellos el presidente de la Cámara de Industria, Diego Balestra., informa Ultimas Noticias. Si de estas audiencias, que completan las 60 personas citadas por la sede judicial, no surgen nuevos datos que echen luz sobre la investigación, una vez que el juez le dé vista, el fiscal pedirá el archivo del caso. El objetivo de la Justicia con estas últimas citaciones es procurar una explicación del vínculo de los empresarios con Feldman, así como que brinden datos sobre su perfil y actividad económico-financiera que puedan ser útiles para la investigación. Según publicó semanas atrás El Observador, durante la década de 1990 Feldman asesoraba a particulares en materia forestal desde un estudio ubicado en Ciudad Vieja.
Perciballe explicó que una vez recabados estos últimos testimonios de empresarios, se pasará la documentación de todo lo actuado a una junta “en vías de formación” integrada por personal del Instituto Técnico Forense para que realice un “análisis retrospectivo” de Feldman. También resta la respuesta a los oficios enviados a Argentina para cotejar el origen de las armas incautadas.
“Hasta ahora lo único que tenemos es que se trataba de una persona huraña, sin amigos ni vínculos con la familia”, dijo Perciballe y acotó que “con los familiares más cercanos hacía 20 años que no se hablaba; apenas con un primo que dice que debió haber llevado una doble vida porque tenía oculto el tema de las armas”. Se sabe que Feldman manejaba un capital “importante”, pero que condice con su actividad económico-comercial.
El fiscal también señaló que de las pericias técnicas no surgió “ninguna llamada ni correo en las computadoras que permita establecer relación con personas u organizaciones” y que simplemente se trata de “una persona con bastante capital que se dedicó a atesorar armas, no se sabe con qué fin”. “Él armaba su propia guerra”, sostuvo Perciballe sobre Feldman y precisó que el informe de la junta buscará establecer si tenía una manía con las armas y el terrorismo. La Policía incautó de la casa de la calle Elba 4210 literatura extremista.
Para los magistrados, se trata de “un caso bien atípico”, para el que están descartadas todas las hipótesis que se manejaron en un principio respecto al tráfico de armas o el narcotráfico. Mientras, tanto la finca del barrio Aires Puros como el domicilio de Feldman en el balneario Shangrilá permanecen cerrados y sujetos a lo que dispongan sus herederos.
En tanto, sobre la indagatoria del accionar policial del 31 de octubre, en el cual fue abatido Feldman tras atrincherarse durante varias horas en su casa de Shangrilá, la Justicia no tiene más que investigar. El operativo fue cuestionado por el sindicato policial y analizado por la sede penal, ya que costó la vida del agente de Inteligencia Mario Morena.
Lo mismo sucede con el incendio de la finca de la calle Elba, que dejó al descubierto el arsenal. Para el magistrado y el fiscal, queda claro que el siniestro fue accidental y no voluntario, como aseveraron peritos de Bomberos en su comparecencia. Atrás quedan, pues, todas las hipótesis que ocuparon enormes espacios en la prensa de Uruguay; ni traficante de armas, ni terrorista, ni nada de todo lo que se manejó hasta políticamente.