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CAUSA ABIERTA

Estiércol fósil revela detalles de la desaparicion de mamuts, castores gigantes y mastodontes

Estiércol fósil revela detalles de la desaparicion de mamuts, castores gigantes y mastodontes

El análisis de restos fósiles de estiércol reveló los detalles de la desaparición de mamuts, castores gigantes y mastodontes en el territorio de Norteamérica hace unos 13.000 años, señaló un informe divulgado hoy por la revista Science. El estudio, realizado por científicos de la Universidad de Wisconsin-Madison, también utilizó fósiles de polen, carbón y esporas de hongos del estiércol y resuelve en parte la razón de la extinción de esa megafauna.
Es importante porque "constituye la prueba más clara de que la extinción de un gran grupo de animales tuvo consecuencias en esos antiguos ecosistemas", según John Williams, profesor de geografía y experto en climas antiguos en la universidad.
Además, señala, la investigación detalla los cambios que ocurrieron tras la última glaciación y después de la desaparición de esos animales.
Según Jacquelyn Gill, uno de los autores del estudio, aunque no aclara las razones de la desaparición de los animales, el estudio descartaría que haya sido originada por el hombre o por una declinación de su hábitat.
Por otra parte, sí parece refutar la teoría de que haya sido causada por el impacto de un meteorito hace unos 12.900 años.
La declinación de los grandes mamíferos fue un proceso gradual que se prolongó por más de mil años, indicó Gill.
Como detectives que recomponían la escena del crimen, los científicos utilizaron las esporas del estiércol para establecer la secuencia de los hechos y demostrar que la megafauna comenzó a desaparecer antes de un cambio de la vegetación y de la desaparición de los incendios en su hábitat.
"Los datos sugieren que la declinación y extinción comenzó en el Lago Appleman, en el ahora estado de Indiana, hace entre 14.800 y 13.700 años y precedió a importantes cambios en la comunidad vegetal y la frecuencia de los incendios", señaló Williams.
Ante la creciente extinción de la megafauna herbívora, los grandes árboles, como los olmos, comenzaron a dominar el paisaje hasta entonces ocupado mayoritariamente por las coníferas.
"En cuanto desaparecieron los herbívoros comenzaron a verse comunidades vegetales diferentes. Nuestros datos sugieren que los árboles (las coníferas) habrían invadido mucho antes el territorio si no hubieran estado allí los herbívoros para comérselos", indicó Gill.

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