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CAUSA ABIERTA

Denuncian "nueva modalidad represiva" en Cuba

Denuncian "nueva modalidad represiva" en Cuba

Ni el embargo, ni el cambio de régimen, sino los "acuerdos mínimos" y "el liderazgo por parte del presidente Barack Obama" lograrán que la situación de derechos humanos en Cuba mejore, dice Human Rights Watch, HRW. La organización de defensa de derechos humanos con sede en Washington presentó su informe sobre Cuba, un trabajo realizado en los últimos tres años y que coincide con el tiempo que lleva en la presidencia Raúl Castro.
Al igual que hizo en informes previos, HRW cuestiona fuertemente a La Habana por las violaciones a los derechos humanos y denuncian una "nueva modalidad represiva" que consistiría en arrestar preventivamente a personas consideradas política y potencialmente peligrosas.
Aunque el director para las Américas de HRW, José Miguel Vivanco, aseguró a BBC Mundo que "es difícil hacer un ranking", considera que el cambio de mando de Fidel Castro a su hermano Raúl no ha mejorado la situación.
Vivanco asegura que eso sólo podría suceder si se levanta el embargo contra Cuba, que en su forma actual "es un premio para el régimen de los Castro".
Tradicionalmente sus informes son muy críticos del gobierno cubano ¿Qué hallazgos hay en este informe?
En este informe llegamos a la conclusión, en base a los testimonios recogidos en el terreno, en Cuba, que la situación de los derechos humanos sigue siendo muy similar al tipo de represión que se ha usado durante el gobierno del hermano mayor de Raúl Castro, Fidel.
Pero hemos notado el incremento de una táctica represiva que consiste en el uso de una disposición legal llamada "de peligrosidad" o "estado peligroso" que permite encarcelar a personas antes de la comisión de un delito, por conductas que de acuerdo al propio sistema legal cubano no constituyen aún delito. La idea es poder interceptarlos a tiempo y en un estado prácticamente orwelliano sancionarlos y colocarlos en prisión hasta por cuatro años. Es una práctica que se está incrementando considerablemente durante el gobierno de Raúl Castro.
¿Cómo hacen para recabar esa información? ¿Ustedes tienen acceso a la isla?
Nuestros informes los hacemos en el terreno. No desde nuestras oficinas en Washington. Y obviamente que es más difícil hacerlo cuando se trata de un régimen totalitario que cuando es una democracia abierta. Nosotros no pedimos autorización a los gobiernos para hacer nuestros informes.
Se podría decir entonces que el gobierno cubano les otorgó cierta libertad para trabajaran en el terreno.
No, bajo ninguna circunstancia. Si hubiesen logrado determinar que estábamos en Cuba, creo que no habríamos podido seguir adelante nuestras investigaciones y habrían expulsado a nuestros expertos de la isla.
¿Estos "arrestros preventivos" cómo se justifican dentro de la ley cubana?
Ellos tienen legislación muy amplia que les permite hacer cualquier cosa. Cuando no cuentan con evidencias recurren a esta disposición de "peligrosidad" que les facilita la captura de las personas. Esta figura genera bastante miedo en Cuba, porque sólo basta con que una conducta sea sospechosa a los ojos de la seguridad del estado.
El gobierno cubano podría decir que eso es lo que ha venido haciendo en los últimos ocho años EE.UU. con los detenidos en Guantánamo.
Efectivamente, en el caso de los detenidos de Guantánamo se trata de detenciones que pueden calificarse de arbitrarias (…) Pero puedo garantizar que los casos de prisioneros políticos que nosotros hemos podido estudiar se trata de personas pacíficas, ciudadanos cubanos que han intentado simplemente ejercer algún derecho elemental a la expresión o de asociación.
Haciendo el balance de los tres años de Raúl Castro en el poder, ¿ha habido cambios con relación a los informes que han hecho ustedes sobre Cuba anteriormente?
No vemos ningún tipo de indicios de mejoría. Al contrario, las tácticas de golpizas, seguimientos, amenazas, actos de repudio continúan y además esta utilización de la medida de "estado peligroso", que pareciera ser la fórmula preferida por Raúl Castro para controlar a la población.
Ustedes tienen años denunciando esas cosas y también dicen que la situación no mejora, ¿qué utilidad tienen esos informes que hacen?
En este informe estamos haciendo propuestas muy concretas al gobierno del presidente Obama para acabar con el embargo. Creemos que el embargo ha perpetuado la represión y el régimen en Cuba. Creemos que la única forma para poder tener mejorías en Cuba es la presión internacional, pero multilateral, concertada.
Mientras exista el embargo, éste divide y aisla, no a Cuba, sino a EE.UU. en el debate sobre falta de derechos humanos, libertades y falta de democracia en Cuba. No se trata de buscar un cambio de régimen, sino pedirle al régimen de Raúl Castro la inmediata liberación de los presos políticos cubanos.
¿De qué manera el embargo agrava la situación de los derechos humanos en Cuba?
Las violaciones a los derechos humanos son única y exclusivamente responsabilidad del gobierno de Raúl Castro. No es el embargo el que provoca esas violaciones. Pero es contraproducente y no avanza la situación de los derechos humanos. Por eso creemos que es un error insistir en una política que ha demostrado ser fracasada. Nada cambia, nada parece mejorar en Cuba y creemos que es hora de hacer esfuerzos para tener algún impacto en materia de derechos humanos en Cuba. Y eso depende del liderazgo que ejerza el presidente Obama para concertar una posición común y luego, revisar ante el Congreso estadounidense la vigencia del embargo.
Pero un eventual levantamiento del embargo no va a garantizar los cambios que ustedes buscan de parte del gobierno cubano.
Si se quiere premiar a los Castro y su régimen violatorio de los derechos humanos habría que mantener el embargo. Si se quiere realmente abordar el tema de derechos humanos es imprescindible revisar a fondo la política y buscar un denominador común, que no va a ser un cambio de régimen, que es lo que persigue el embargo, va a ser una política centrada en un punto: los presos políticos.
El término de embargo, por sí sólo, no garantiza una mejoría en materia de derechos humanos automáticamente en Cuba. Las mejorías se podrán producir en la medida que se pueda producir una presión concertada desde el exterior.

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