El tirador de la base de EEUU es un oficial musulmán que se sentía acosado
El oficial que mató a 13 personas el jueves en una base militar de Texas es un musulmán de origen palestino que se unió al ejército estadounidense pese a la reticencia de sus padres y estaba a punto de ser enviado a Irak. El mayor Nidal Malik Hasan, que fue herido de bala durante el tiroteo en Fort Hood, la mayor base del ejército estadounidense, es un psiquiatra militar que tenía a su cargo a soldados que regresaron de misiones en Afganistán o en Irak, país adonde él mismo iba a ser enviado en noviembre, según responsables militares.
El oficial se sentía víctima de acoso por parte de sus camaradas de armas por el hecho de su origen musulmán, según explicó su primo Nader Hasan y quería abandonar el ejército. "Él había contratado a un abogado militar para intentar resolver el problema. Estaba dispuesto a reembolsarle al Estado para poder dejar el ejército, pero había llegado al límite de sus posibilidades", dijo Nader Hasan a la cadena de televisión Fox, en momentos en que el tirador había sido dado por muerto.
Nader Hasan negó que su primo haya tenido "miedo de ser enviado a Irak para hacer la guerra", y precisó que nunca había mostrado un caracter violento. "No era el tipo de persona que frecuenta un campo de tiro, no tenía ese tipo de estado espiritual", dijo.
En sus fotos oficiales, Nidal Malik Hasan muestra un rostro redondo y sonriente de un hombre de unos cuarenta años, con cabeza rapada.
El comandante nació en Estados Unidos, de padres palestinos que habían dejado una pequeña ciudad cercana a Jerusalén, siempre según su primo. Creció en Virgina (este de EEUU) y cursó sus estudios en la Universidad de Virginia Tech, donde también se registró un tiroteo en 2007, el peor de la historia de Estados Unidos, con 32 muertos.
En Washington, donde él trabajaba en un hospital militar antes de ser transferido a Texas, frecuentaba una mezquita al menos una vez al día, siete días a la semana, según el imán Faizul Khan, quien explicó al Washington Post que el psiquiatra era un "aficionado" y que le hacía muchas preguntas sobre religión. "Pero no había nada de extremista en sus preguntas. Nunca demostró alguna frustración ni ansias de venganza", precisó.
Un ex colega del tirador estimó lo contrario, afirmando a la cadena Fox News, que él había expresado su deseo de ver a los musulmanes "combatiendo contra el agresor" en Irak y en Afganistán.
Durante una conferencia de prensa, el comandante de la base de Fort Hood, el general Bob Cane, afirmó que la investigación del tiroteo no se orientaba en la dirección de un complot terrorista.
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