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CAUSA ABIERTA

Los golpistas de Honduras no soportaron la presión de Estados Unidos

Los golpistas de Honduras no soportaron la presión de Estados Unidos

El presidente destituido de Honduras, Manuel Zelaya, y el líder del Gobierno de facto, Roberto Micheletti, llegaron el jueves a un acuerdo para ponerle fin a la prolongada crisis política en el país que abre la puerta a una vuelta al poder del mandatario derrocado. Tras negociaciones que fueron acompañadas por Estados Unidos, Zelaya dijo el jueves a la local Radio Globo que firmarán hoy viernes el acuerdo, necesario antes de unas inminentes elecciones generales a finales de noviembre. La información así dicha no muestra claramente que Estados Unidos fue directo al grano y le metió una brutal presión al golpista Micheletti y los suyos para que terminaran con la farsa de un golpe de Estado que responde a los intereses de 10 familias en Honduras como todo el mundo lo sabe. Por ahora no se sabrá el tono de las conversaciones en un hotel de Tegucigalpa, pero es un hecho que no debe haber sido nada agradable para los golpistas las palabras de Thomas Shannon -secretario adjunto para asuntos del Hemisferio Occidental- que encabezó una delegación de diplomáticos estadounidense para ponerle punto final a un estado de situación que mereció la condena mundial.
"Mañana (por hoy) será el día que se firme el plan de restauración de la democracia en el país", dijo el mandatario, quien fue expulsado del país por militares en 28 de junio pero desde finales de septiembre se refugió en la embajada de Brasil en Tegucigalpa.
Previamente, Micheletti dijo que había acordado una propuesta de acuerdo que incluía la posibilidad de una vuelta al poder de Zelaya, mediante un voto en el Congreso previa opinión de la Corte Suprema de Justicia.
"Mi Gobierno ha decidido apoyar una propuesta que permite un voto en el Congreso Nacional, con una previa opinión de la Corte Suprema de Justicia, para retrotraer todo el poder ejecutivo de nuestra nación previo al 28 de junio", dijo Micheletti en una rueda de prensa en la Casa de Gobierno.
Honduras está sumergida en una crisis política desde que los militares sacaron a Zelaya del gobierno a punta de pistola y lo expulsaron del país, acusándolo de violar la Constitución. Desde entonces, ha intentado volver a la presidencia con el apoyo de la comunidad internacional.
Presionadas por una delegación de funcionarios de Estados Unidos, principal socio comercial de Honduras, las dos partes rivales se volvieron a sentar el miércoles en una mesa de negociación en un hotel de Tegucigalpa.
Micheletti se había negado a restituir a Zelaya y eso hizo naufragar las rondas anteriores de conversaciones, por lo que la propuesta constituye un cambio de posición.
Un acuerdo legitimaría las elecciones presidenciales del 29 de noviembre -convocadas antes del golpe de Estado- y cuyo resultado la comunidad internacional amenaza con no reconocer si no hay un acuerdo.
Shannon y su grupo se reunieron con los negociadores de ambas partes, con candidatos a la presidencia, con Micheletti y con Zelaya, refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa desde que regresó al país hace más de un mes.

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