Italia investigará contactos de Estado y Mafia
El ministro de Justicia italiano prometió el lunes una investigación completa sobre las acusaciones de que los gobiernos de principios de los años 90 mantuvieron negociaciones secretas con la Mafia para intentar atajar los ataques contra el Estado. Angelino Alfano, en declaraciones durante una visita a la capital siciliana, Palermo, dijo que esperaba que los investigadores "hicieran todo lo posible para averiguar la verdad".
Alfano hizo estas declaraciones un día después de que el fiscal jefe antiMafia del país, Paolo Grasso, desatara un auténtico revuelo al decir a un periódico italiano que sabía que habían existido contactos entre el Estado y la Mafia a principios de los años 90.
Es la primera vez que alguien del nivel de Grasso apunta tan claramente a que existieron contactos entre el grupo mafioso y el Estado a principios de los 90 y sus comentarios llevaron a demandas de investigaciones y aclaraciones.
"Estoy mortificado", dijo Antonio Di Pietro, ex magistrado que ahora dirige el partido la Italia de los Valores. "El Estado estuvo negociando con la Mafia para garantizar paz pública mientras los fieles servidores del Estado estaban siendo asesinados", añadió.
Los comentarios de Grasso llegan semanas después de que la prensa recogiera la existencia de una "lista de cosas deseadas" descubierta recientemente y dictada por el ex "capo de capos" Toto "la bestia" Riina antes de su arresto en 1993.
Esa lista de 12 puntos, escrita por el hijo de Riina en un trozo de papel cuando su padre estaba aún huido, recogía 12 demandas de la Mafia a cambio de frenar sus ataques contra el Estado.
En 1992, el año en que se cree que se escribió la nota y mientras se supone que estaban teniendo lugar las conversaciones secretas, la Mafia mató a dos destacados magistrados antimafia, Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, en atentados con bomba.
Las autoridades de aquel momento temieron que se produjeran más ataques, pero en 1993 Riina fue arrestado tras casi un cuarto de siglo huido, poniendo fin a cualquier posibilidad de un acuerdo.
Los parientes de las víctimas expresaron su rechazo ante la posibilidad de que el Estado quisiera en aquel momento un acuerdo con la Mafia.
"Lo que Grasso dijo me sorprendió. ¿Por qué la gente sólo habla de negociaciones con la Mafia, 17 años después?", dijo Salvatore Borsellino, hermano del magistrado asesinado.
Se cree que los contactos comenzaron después de que Falcone fuera asesinado en marzo de 1992, y Grasso sugirió que la Mafia mató a Borsellino cuatro meses después para alentar las negociaciones.
Grasso dijo que los jefes de la Mafia en aquel momento probablemente descartaron los planes de matar a políticos porque querían mantener abiertos los canales de comunicación con quienes podían garantizarles sus deseos.
"Estoy sorprendido al pensar que mi hermano fue un cordero sacrificado en los acuerdos entre la Mafia y el Estado, como parte de un acuerdo para salvar a los políticos", dijo.
Algunos políticos pidieron que la comisión parlamentaria antiMafia llamara a Grasso a declarar.
Según la lista publicada en los periódicos, la Mafia quería que las condenas contra unos 400 mafiosos en un juicio masivo en 1987 fueran suavizados y que la ley que imponía un estricto régimen de prisión para los mafiosos fuera rechazada.
Si hubo negociaciones secretas entre representantes del Estado y la Mafia, se quedaron en nada.
Varios meses después de que Rinna fuera arrestado, el grupo colocó bombas en Roma, Florencia y Milán para mostrar su fuerza y ninguna de las demandas de la lista de Riina se cumplió nunca.
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