La ONU votó condena a Israel y Hamás y Uruguay se abstuvo
El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó hoy un informe que condena a Israel y a Hamás por haber cometido crímenes de guerra durante la ofensiva hebrea de los pasados diciembre y enero en Gaza. De los 47 países que forman el Consejo, 25 apoyaron la resolución sobre el Informe Goldstone, 6 la rechazaron, 11 se abstuvieron y 5 no votaron.
Sólo los países islámicos, africanos y no alineados dieron un sí unánime al texto, que contó también con el apoyo de algunos países latinoamericanos, mientras que los europeos votaron divididos.
El pasado 2 de octubre, el Consejo decidió posponer la resolución sobre el informe Goldstone -en la que se acusa al Ejército israelí y al movimiento radical Hamás de cometer crímenes de guerra durante la ofensiva hebrea contra Gaza de diciembre y enero pasados- hasta la próxima sesión de marzo, a petición de los copatrocinadores de la misma.
Sin embargo, dada la presión interna sufrida por el gobierno palestino para que la resolución se debatiera y votase, el Consejo convocó una sesión especial que tuvo lugar ayer y hoy.
La resolución condena a Israel por no colaborar con la misión de investigación, y solicita que se aprueben las recomendaciones recogidas en el informe, que incluyen que el Consejo de Seguridad de la ONU traslade a la Corte Penal Internacional la ofensiva de Gaza, que causó la muerte de 1.400 palestinos y 10 israelíes, si Israel y Hamás no llevan a cabo sendas investigaciones sobre los hechos.
Asimismo, la resolución solicita que todos los órganos de Naciones Unidas, incluidos la Asamblea General, el Consejo de Seguridad, así como el secretario general, Ban Ki-moon, y la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillay, velen por que las recomendaciones se cumplan.
La Organización de Países Islámicos, patrocinadora del texto, incluyó hoy una modificación para que la resolución fuera más amplia y buscase que todas las violaciones de derechos humanos, y no sólo las cometidas por Israel, sean perseguidas y juzgadas, algo que ha sido justificado como una muestra de flexibilidad.
Al defender la resolución, el embajador palestino, Ibrahim Khreishé, dijo que su país "no condena a Israel ni a Hamás, sino que defiende el derecho internacional humanitario y busca que todos los asesinos, sean del lugar que sean, no queden fuera de la justicia, ni queden impunes".
Por su parte, Israel se limitó a decir que la resolución "era desequilibrada porque no hay una sola mención a Hamás".
Una posición que apoyó Estados Unidos, cuyo representante, Douglas M. Griffiths, se mostró "decepcionado por el resultado y porque se hayan tomado decisiones con prisas".
Los países de la Unión Europea se mantuvieron divididos hasta el último momento.
"Es muy triste que votemos separados y no nos pongamos de acuerdo, pero eso es algo que siempre ocurre cuando se trata de Oriente Medio", señaló a Efe un embajador de la UE que pidió el anonimato.
Francia y Gran Bretaña no votaron; se abstuvieron Bélgica, Noruega y Eslovenia; y se opusieron Eslovaquia, Holanda, Hungría e Italia.
De los latinoamericanos, apoyaron la resolución Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Cuba, Nicaragua, y se abstuvieron México Uruguay.
No obstante, los latinoamericanos que apoyaron la resolución dejaron claro que esperan que las partes interpreten el apoyo como una llamada a que hagan investigaciones internas antes de que el tema se traslade a los diferentes órganos de Naciones Unidas.
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