Colombia: Revelan estudio de prostitución de universitarias en Cartagena

El dos por ciento del total de la población femenina en estudios superiores de la capital del Bolívar afirma que vendería su cuerpo. De las cerca de 5 mil estudiantes universitarias que tiene Cartagena, unas 100 se dedicarían a comercializar su cuerpo para obtener dividendos económicos.El estudio lo realizó la facultad de Psicología de la Universidad San Buenaventura en las ocho instituciones de educación superior que hay en Cartagena, entre públicas y privadas.La investigación fue dirigida y coordinada por Édgar Alfonso Acuña Bermúdez, docente investigador de este centro de estudios, quien destacó que las jóvenes que se dedican a esta actividad no lo hacen por necesidades económicas básicamente.Según El Tiempo, las Trabajadoras Sexuales Universitarias (TSU), como fueron rotuladas para la investigación, son, según lo que arroja el estudio, jóvenes hermosas, con edades que oscilan entre 18 y 25 años, y de estrato socioeconómico medio alto, por lo que tienen solvencia económica familiar.Afirma también que se entregan a hombres por alta remuneración de dinero, y así ostentar lujos materiales en ropa, cirugías estéticas, calzados, autos y algunas de ellas cuentan con apartamentos donde atienden a sus clientes."Los ingresos son variables, pero en promedio sobrepasan los 10 millones de pesos mensuales, teniendo en cuenta que cobran por un ’rato’ (entre 20 y 40 minutos), sumas que van de 200 mil a 500 mil pesos, dependiendo del tipo de cliente. Algunas son muy selectivas, pues no están con todo tipo de personas, independientemente de que tengan capacidad de pago por su servicio", dijo el profesor Acuña.Sobre esta doble función de estudiantes y TSU, el profesor Acuña Bermúdez observó que son estudiantes de determinadas facultades de cualquier universidad pública o privada de Cartagena, a quienes sus padres les pagan los semestres."Ellas cumplen los programas académicos, asisten a clases, presentan exámenes, pero también cumplen con esa otra faceta de ofrecerse como objeto de placer a los turistas. Para quienes las buscan tienen sus contactos y manejan celulares", explicó.Un aspecto interesante de esa doble faceta, destacó Acuña, es que "tienen su novio con quien llevan su vida afectiva y a quien se le entregan completamente porque hay un enamoramiento. Con sus clientes fingen y se muestran expertas en el sexo para complacerlos, porque es parte de un comercio"."El objetivo del trabajo es prevenir a las jóvenes y a los padres de familia para que estén alerta y pendientes de lo que hacen sus hijas, ya que muchas veces no saben con quién ni dónde andan", expresó.Detrás hay abuso y maltrato infantilLa investigación concluye que las causas de este ’oficio’ son complejas y originadas por situaciones que de alguna manera han sido inducidas por los padres y personas mayores, como abuso sexual infantil, maltratos, mimos y padres que han permitido la prostitución a temprana edad."Son niñas que en el entorno familiar han sido mimadas, pero no amadas", dice el informe.Para el docente universitario es difícil que estas jóvenes puedan salir de este mundo a corto plazo, pues ellas se niegan a recibir tratamiento psicológico y prefieren seguir con la vida fácil de lujos.