Uruguay: candidato a la presidencia Lacalle tiene oficiales de policía a sus órdenes que integran la "guardia patovica"

El sábado 26 de setiembre, promediando las 11 de la mañana, un agente de policía fuera de servicio se dirigía en su moto al gimnasio, ubicado en tradicional barrio montevideano del Cerro. Al llegar a la intersección de las calles Perú y Yugoeslavia notó que el tránsito estaba cortado, pues a unos 70 metros tendría lugar un acto organizado por el Partido Nacional.
Al agente le llamó la atención que los encargados de cortar el tránsito, no eran uniformados, sino que se trataba de personal de seguridad del candidato nacionalista Luis Alberto Lacalle. Aminoró y detuvo la marcha.
Cuando se acercó al personal de seguridad, para pasar por el costado rumbo a su destino, reconoció en ellos a tres colegas suyos de la fuerza policial: un Inspector Principal Grado 13 en actividad, un sargento retirado y un comisario también retirado.
Los oficiales de civil también le reconocieron y de inmediato comenzaron a vociferar “vos sos del frente, están de vivos”, al tiempo que le agredieron tirándolo al suelo con su moto y comenzaron a patearlo y a golpearlo ferozmente entre los tres, rápidamente se les sumaron otras personas identificadas con símbolos nacionalistas.
A pesar que el agredido se identificó como agente de policía y alegó su arresto, los guardias de seguridad de Lacalle continuaron golpeándole y entre varios lo retiraron del lugar.
El agente, notoriamente golpeado, acudió a la Seccional 19 donde formalizó la denuncia correspondiente, pero se vio sorprendido al ver que le retenían en una pequeña habitación mientras que sus agresores se apersonaron en la Seccional y se reunieron con el Comisario en un clima distendido y amistoso.
“De inmediato llovieron llamados de senadores y diputados pidiendo tapar el asunto y que no se filtrara a la prensa”, confió a UYPRESS, el agente agredido que se mantenía informado por algunos de sus colegas, “llamaron los senadores Penadés y Lara, entre otros”.
“Lo más insólito”, agregaba sorprendido el agente, “es que ni siquiera les dieron entrada, yo los detuve como agente policial y ni siquiera les dieron entrada”, dijo a UYPRESS.
Al día siguiente fue visto por la Forense, quien determinó claramente los signos de la agresión, especialmente en el tobillo donde recibió la primera patada por parte del Inspector Principal. Sin embargo, la Dra. Mota, jueza de la causa, no encontró mérito suficiente para seguir adelante con el procedimiento judicial.
El agente, sintiéndose impotente dijo a UYPRESS que “a pesar que me identifiqué como agente policial y que la agresión a un agente configura un delito, les decretó libertad con prevenciones, cuando debió haberles detenido”. (UyPress)