Mil estudiantes de Cartagena sin clases por amenazas de pandilleros a rector y docentes

El Secretario de Educación pidió apoyo a la Policía para normalizar clases en el colegio San Felipe Neri. Instalaron CAI móvil, pero comandante dice que no puede poner policías en todos los colegios. Frente a la puerta del colegio San Felipe Neri, del barrio Olaya Herrera de Cartagena, hay un altar que tiene una cruz pintada, porque se robaron la imagen del santo que se había instalado para que protegiera a estudiantes y docentes.
Al lado de la gruta sin santo y frente a la puerta cerrada, están dos policías que hacen guardia desde el pasado lunes, cuando el colegió envió a mil estudiantes a sus casas por temor a pandilleros que amenazaron de muerte al rector y a los docentes.
La amenaza fue lanzada en público el pasado sábado, durante la competencia anual de gimnasia rítmica del colegio, que suele ser una fiesta para los estudiantes, pero que este año por poco termina en tragedia.
Al evento, que se llevó a cabo en el coliseo Norton Madrid, aparecieron  los pandilleros armados, generando pánico entre estudiantes y docentes, contó el secretario de Educación del Distrito de Cartagena, Julio Alandete.
"Hubo gritos, puños, navajas y hasta bala, cuando llegó la Policía", agregó uno de los estudiantes a EL TIEMPO.
En medio de la confusión Juan Babilonia, rector del colegio, decidió llamar a la Policía, que sacó a los muchachos del coliseo. Portaban varias armas blancas.
Desde ese día los jóvenes juraron vengarse, y amenazan al rector y a los docentes por medio de llamadas telefónicas y panfletos.
Por eso el rector decidió cerrar el colegio hasta que se les garantice la seguridad a él, al cuerpo docente, y a los estudiantes que fueron señalados de atacar a los pandilleros.
"Aquí no se andan con juegos, esos muchachos son peligrosos", dijo Babilonia, quien se reunió ayer con el secretario de Educación y con los padres de familia que pidieron se reanudaran las clases.
Fernando Chalá, de la Junta de Acción Comunal del barrio y padre de familia de una estudiante del colegio, dijo que quieren que se nombre un rector militar, que garantice que haya clases así se presenten amenazas.
"Aquí llegan armados a estudiar y vienen pandilleros de barrios vecinos a robar a la salida del colegio, necesitamos es mano dura", agregó Chalá, quien cree que las amenazas son reales.
Así lo cree también Juan Carlos Jiménez, del frente de seguridad que tienen los vecinos.
Aquí nosotros cuidamos en las noches y estamos armados, pero por disposición de la Policía no podemos estar armados en el día, y por eso no podemos cuidar a los profesores del colegio", agregó.
Para reabrir el colegio la Policía dispuso de un CAI móvil que está funcionando desde el lunes, y se dio una charla a los docentes, para que armen su propio esquema de seguridad.
No obstante, el comandante de la Policía Metropolitana de Cartagena, Carlos Arturo Mena, cree que la solución no puede ser policiva, sino educativa.
"Son niños que andan con cuchillos y amenazando, aquí la instrucción debe ser en valores, en formación familiar, porque no podemos poner un CAI en cada colegio, garantizamos la seguridad en la zona, pero no nos podemos meter a las aulas", dijo.
Como sea, el secretario de Educación de Cartagena garantizó la normalización del calendario escolar y anunció una estrategia integral que permita a los jóvenes en riesgo (pandilleros), tener oportunidades laborales y formación en valores.
En el barrio creen que esa es una estrategia errada y siguen insistiendo en que la solución es un rector militar, algo que, según el comandante de la Policía de Cartagena, coronel Carlos Arturo Mena, es una locura.
Mañana se espera que las clases se normalicen en el San Felipe Neri, donde están los policías al lado del santuario vació. El rector, por su parte, dice que todavía no vuelve.