Emotiva e íntima despedida a Michael Jackson en Los Angeles

El Rey del Pop fue sepultado en una ceremonia privada, a la que asistieron familiares y amigos. Sus tres hijos dejaron una carta junto al ataúd. Asistieron, entre otras figuras, el actor Macaulay Culkin y Lisa Marie Presley, su primera esposa. Diez semanas después de su fallecimiento y lejos de los miles de fanáticos que asistieron a su funeral público, Michael Jackson tuvo esta noche su última despedida. Fue en el exclusivo cementerio de Glendale, cerca de Los Angeles, en una ceremonia íntima a la que sólo asistieron familiares y amigos cercanos.

La inhumación, de carácter privado, tuvo su pico emotivo cuando los tres hijos del Rey del Pop depositaron una carta junto al ataúd de oro que contiene sus restos. La ceremonia reunió a varias figuras del espectáculo: Elizabeth Taylor, Macaulay Culkin, Diana Ross y la ex mujer de Jackson, Lisa Marie Presley, fueron algunas de las celebridades que se acercaron al lugar.

Luego de varias idas y vueltas, los restos del cantante fueron enterrados en el cementerio Forest Lawn de Glendale, en Los Angeles. Se trata de uno de los camposantos más exclusivos de Estados Unidos: allí descansan estrellas como Clark Gable, Jean Harlow, Carole Lombard, Humphrey Bogart o Sammy Davis Jr.

Según se informó, el entierro del cantante -efectuado en una zona de acceso restringido del cementerio- costó cerca de un millón de dólares, una cifra extraordinaria -decidida por un juez- que fue desembolsada con el dinero que dejó como herencia el propio Rey del Pop.

Pese al carácter privado, el evento -como era de esperar- concentró la atención mediática mundial. El cementerio fue cerrado al público, varias calles próximas fueron cortadas y la Policía desplegó un celoso operativo para mantener alejados a paparazzis y curiosos.

El despliegue tuvo sus buenos motivos: la muerte de Jackson, ocurrida el pasado 25 de junio y considerada un homicidio por las autoridades forenses de Los Angeles sigue ocupando amplio espacio en la prensa estadounidense.

La última mansión en la que vivió, y en la que sufrió el paro cardíaco que le llevó a la muerte, ha sido adquirida por el diseñador francés Christian Audigier, quien ya anunció que quiere organizar desfiles en cada aniversario de la muerte del Rey del Pop.