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CAUSA ABIERTA

Antes que medicamentos… remedios caseros

Antes que medicamentos… remedios caseros

Este artículo pretende explicar algunos remedios caseros aplicables en determinadas situaciones. Se trata de evitar, siempre que sea posible, tener que tomar medicamentos. Qué duda cabe que hay problemas que no pueden ser resueltos si no es con ciertos fármacos, y que ha de ser nuestro médico quien nos oriente al respecto. En cualquier caso, veamos cómo hubiese actuado nuestra abuela ante diversas situaciones: Un uñero: Introducir el dedo afectado en un recipiente con agua caliente y sal. Esto ayuda a drenar el pus que pudiera haber en el interior del mismo. Un absceso cutáneo de mayor tamaño: Hablamos de absceso cuando nos encontramos ante una "bolsa de pus" localizada en la piel. En estos casos, sobre todo si el absceso se sitúa en la región interglútea, podemos coger una rodaja de tomate maduro y dejarla colocada un rato sobre la zona infectada. No sé explicaros el motivo, pero muchas veces el absceso acaba abriéndose y drenando el contenido. Tos irritativa, que no mejora ni con jarabes: Colocar la mitad de una cebolla sobre la mesita de noche y dejarla allí durante nuestro sueño. Por la mañana notaremos un alivio importante de nuestra tos. Una alternativa que me explicó una paciente hace meses es tomar caldo hecho con cebolla. Ella aseguraba que era igual de eficaz. Decir en este punto que toda tos persistente o bien productiva (con la que "arranquemos moco") ha de ser valorada por un médico. Dolor óseo o muscular: ¿Frío o calor? De forma general, salvo raras excepciones, sólo hemos de aplicar calor cuando haya contracturas musculares (sobre todo, en casos de cervicalgia <http://audioconsejosmedicos.blogspot.com/search/label/Cervicales>o lumbalgia <http://audioconsejosmedicos.blogspot.com/search/label/Lumbago>, donde, debido al dolor, se produce una contracción de la musculatura que tenemos alrededor de la zona afectada). En el resto de casos, y sobre todo en aquellos en que la causa suele ser la artrosis (dolor de rodilla, dolor de caderas, hombro, codo…) siempre aplicaremos frío. Son útiles, a tal efecto, las bolsas de guisantes o de maíz congelado, aplicadas sobre las articulaciones en cuestión.
Bien conocida es la función del aloe vera como antiinflamatorio tópico. Existen cremas o preparados tópicos que lo contienen y que son utilizados para tratamiento de las picaduras de insecto, por ejemplo. ¿Conocéis algún remedio casero más que os haya resultado eficaz en alguna ocasión? ¿Os apetece compartirlo? Podéis dejar vuestro comentario para que los demás podamos disfrutar de él. Muchas gracias por anticipado. Por el Dr. Francisco Marín <http://audioconsejosmedicos.blogspot.com/>(Atención primaria)

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