Uruguay: denuncian venta de cadáveres y urnas de panteón de militares
El escrito de Abel Aguirre al STS expresó que "de acuerdo a las investigaciones que realicé (y alude a manifestaciones funcionarios en el Cementerio que deslindaron responsabilidad), me enteré que había una persona (que) vendía los cuerpos y urnas de los difuntos", añadiendo el apellido y función del funcionario sindicado. Aguirre -quien relató a Ultimas Noticias la historia la semana pasada- detalló en otros diez numerales que al concurrir a la cremación, se encontraron nada más que la manta rosada y restos de talco con los que resguardaron el cuerpo en la urna que compró. El panteón de las FF.AA. está ubicado en el Cementerio del Norte, uno de los que administra la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM) y donde se dieran presuntos extravío de cuerpos a investigación de la Justicia. Durante la comparecencia ante la Comisión de Derechos Humanos de la Junta Departamental, la directora municipal Hyara Rodríguez reconoció que "es verdad que pueden surgir errores", más allá de considerar que se mejoró mucho en los últimos años. "Puede haber algún caso de negligencia, y también pueden surgir casos de corrupción o casos en que alguien haga cosas ilegales", manifestó la directora de Acondicionamiento Urbano de la IMM. "No me gusta cuando se suponen acciones delictivas o negligentes de (funcionarios) sin pruebas, también digo que no soporto la impunidad", sentenció. "Ante cualquier investigación que determine que hay algún o algunos funcionarios implicados en actos delictivos yo voy a ser la primera en querer que se los castigue debidamente". "Durante cinco años fui directora General de Recursos Humanos y Materiales y jamás admití que las sanciones a los funcionarios fueran disminuidas por ninguna consideración". "Creo que la gente adulta es responsable de sus actos, y si comete actos indebidos a conciencia debe tener su justo castigo", aseveró Rodríguez. La comparecencia también sirvió para conocer el caso de un hombre que denunció la cremación del abuelo y rescisión del compromiso de mantener los restos por cuarenta años de manera unilateral, convenio por el que la familia pagó cuando la inhumación. Según la carta que el hombre hizo llegar al edil Daniel Graffigna (Alianza Nacional), un funcionario le "dijo que lo que quedaba era iniciar un juicio a la Intendencia Necrópolis con todo mi derecho". "No quiero lucrar con los restos de mi abuelo, lo que quería era reunir a mi familia para eso compré otro panteón para mi familia directa", recalcó. Según la carta, el hombre descubrió la situación cuando quiso retirar del urnario los restos del abuelo materno para depositarlos en el panteón del Cementerio Central con los restos de la madre. Graffigna también denunció la situación que le presentó Paola Matinale, quien compró "un cenizario en el año 2002 y allí pretendía mantener los restos de su primo, una persona que había fallecido a corta edad". "El día 13 de junio de 2009, cuando iba a llevarle una flor me decía que concurría todos los meses, encontró que la urna con los restos ubicada en el cenizario identificado con el Nº 56 había desaparecido". "Los cementerios de Montevideo reciben entre 13.000 y 14.000 muertos por año y hacen 8.000 o 9.000 reducciones, más la misma cantidad de cremaciones de restos", dijo Hyara Rodríguez. "Si lo pasamos a expedientes, son miles y miles en diez años", añadió Rodríguez, quien afirmó que "si consideramos la frecuencia de los errores, ésta es baja". "El hecho de que tengan consecuencias realmente graves y que afectan de verdad la sensibilidad, a mí no me puede hacer aumentar la pena aplicada por el error". "Estamos hablando siempre en el caso que no hubiera negligencia. Si la hubo, sí, porque no es lo mismo ser negligente con un expediente de papel que con restos humanos".
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gabi -
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