Uruguay: No pudieron velar a un hombre porque era obeso y no había cajón
Héctor Villegas falleció el domingo. Pesaba 145 kilos. Su familia no tenía dinero para pagar un velatorio. Recurrieron al servicio municipal, pero tampoco pudieron hacerlo. No había cajones ni soportes para "gordos". Villegas tenía 56 años y estaba internado en el Hospital Maciel por una neumonía. Había tenido que ser asistido por un respirador, pero en los últimos días evolucionaba mejor. Tanto, que para ayer esperaban que pasara de cuidados intermedios a una sala común. Pero falleció a las 9 horas del domingo. "Somos gente obrera. No teníamos cobertura fúnebre", contó ayer Giovanna Mariño (24), sobrina de Villegas. Por eso, decidieron recurrir al servicio fúnebre de la Intendencia de Montevideo, dijo Mariño. A las 10 de la mañana comenzaron a hacer los "papeleos". Fueron primero a la comisaría y después a la Intendencia. Paralelamente, familiares esperaban el parte médico con la causa del fallecimiento. Debieron aguardar en el Maciel desde las 9 hasta las 14 y 30, indicó Mariño, cuando les comunicaron que murió por un paro cardiorrespiratorio. Además, les dijeron, según Mariño: "Era lo mejor que le podía haber pasado (que falleciera), porque con tanto peso... Teníamos que usar a cuatro personas para darlo vuelta". La familia continuó aguardando. En la Intendencia les llegaron a dar la dirección de la sala velatoria, en General Flores, que llegaron, a su vez, a transmitirle a varios de los deudos de Villegas. Pero a las 18 horas les comunicaron que no podrían prestarles el servicio. "Señora, no lo van a poder velar. No hay cajón ni soporte para aguantarlo", les dijeron desde Necrópolis, según Mariño. "Tuvimos que dejar el cuerpo en la morgue del Maciel. Nos dijeron que llamáramos a las 9 de la mañana del lunes. Y nos volvieron a contestar que no tenían cajón para personas obesas. Yo les decía a los de la Intendencia: `¿No se muere gente gorda? ¿Sólo los flacos se mueren?`", contó Mariño. A las 10 de la mañana recibieron otro llamado del Servicio Fúnebre y Necrópolis. Les informaron que habían mandado a hacer un cajón y que fueran a las 11 horas al Maciel. "Teníamos que volver a reconocer el cuerpo. Dijeron a las 11 y fueron a las 13. Ahí recién pudimos llevarlo y realizar el sepelio en el Cementerio del Cerro", señaló la sobrina. "Fue horrible, no le pudimos dar un velatorio. Me parece una acción de un país ignorante. Queremos que se sepa para que no le pase esto a otras personas. La Intendencia tiene que tenerlo en cuenta. En Uruguay no es sólo gente flaca", concluyó Mariño. El País intentó ayer comunicarse sin éxito con autoridades de la IMM para que dieran su versión del caso. Por su parte, Luis Cherro, presidente de la organización Gordos Organizados del Uruguay (GOU) consideró "tremenda" la discriminación que se dio en este caso. "Como organización ponemos el grito en el cielo reivindicando nuevamente que la sociedad se despierte y vea la realidad de discriminación, que se produce en varios ámbitos, como los exámenes médicos", dijo. (El País Digital)
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