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CAUSA ABIERTA

Si tienes gato, vigila que no se haga 'paracaidista'

Si tienes gato, vigila que no se haga 'paracaidista'

Las urgencias veterinarias cuando llega el verano disparan los casos de gatos que se caen por las ventanas por culpa de su instinto curioso, lo que popularmente se conoce como el "síndrome del gato paracaidista", según informaciones recabadas por EFE en distintas clínicas veterinarias. En verano las ventanas de las casas suelen estar abiertas casi todo el día, y es más frecuente que los gatos se asomen al alféizar, "atraídos porque ven pájaros o mariposas y escuchan ruidos que les llaman la atención como si fuera la televisión", explica el director de la clínica Happy Animal de Madrid, Félix Vallejo. Eso es lo que le ha ocurrido a Chispi, un gato común de sólo tres meses que cayó desde un primer piso, sufriendo daños en las vértebras lumbares y que permanece ingresado, aunque fuera de peligro, en la clínica veterinaria Delicias, donde han atendido unos dos casos de "gatos paracaidistas" por semana desde que empezó el buen tiempo.
Chispi tuvo suerte de caer de un primer piso, pero también son habituales los casos de impactos desde pisos más altos en los que el gato no sufre daños graves, comenta la gerente de la clínica Delicias, Alexandra Erdody, que cree que no es tan falso el dicho de que los gatos tienen siete vidas. La denominación de paracaidista se debe a que los gatos caen como si hicieran paracaidismo, ya que colocan las patas para que actúen como un muelle que amortigüe el impacto, lo que les permite sobrevivir a golpes mortales para cualquier otro animal, subraya Félix Vallejo.
Aunque el riesgo de muerte se reduce al 20% de los casos, los gatos no salen ilesos de estos aparatosos golpes y lo más común es que se rompan la mandíbula o el paladar, y algunas veces la cosa se complica con hemorragias internas o roturas de órganos, indica la veterinaria de la clínica Los Ángeles, Belén Gutiérrez. La gravedad del incidente no sólo depende de la altura desde la que caen, sino que influyen factores como la edad del gato y el peso. "Los gatos viejos suelen tener sobrepeso y pueden llegar a los siete kilos, con lo que las daños son mayores", señala Vallejo. En caso de no tener dolencias internas, la recuperación de los gatos es rápida, como la de Misi, un siamés de un año y medio, que se cayó desde un cuarto piso y sufrió un desplazamiento de la mandíbula y una fisura del paladar, pero en una semana ya pudo volver a su casa. Pero Alexandra Erdody aconseja a los dueños que no bajen la guardia porque los "gatos paracaidistas" son reincidentes y asegura que en su clínica han atendido gatos que han repetido la aventura hasta cinco veces.

 

 

 

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