Escaneos cerebrales revelaron los secretos de la hipnosis
Cómo puede un hipnotizador paralizar la mano de una persona con apenas palabras? Respuesta: haciendo que una parte de su cerebro interrumpa el proceso que habitualmente le hace mover sus miembros, según un estudio de una universidad suiza. Así, la región del cerebro que está lista para mover esa parte del cuerpo hace caso omiso a su proceso habitual y en cambio obedece al intruso que le dice: "Ni te molestes", concluyó la investigación. Es decir, se produce una especie de "reconexión entre diferentes regiones del cerebro", explicó Yann Cojan, un científico de la Universidad de Ginebra, en Suiza, quien dirigió esta investigación para revelar los antiguos y misteriosos mecanismos de la hipnosis. Los resultados del trabajo se publican en la revista especializada Neuron. Se trata de un relevamiento basado en registros cerebrales para demostrar lo que ocurría cuando 12 voluntarios trataban de mover una mano que había sido paralizada por hipnosis. Las conclusiones mostraron que la corteza motriz derecha se preparaba como siempre para ordenar el movimiento a la mano, pero la corteza parecía no tener en cuenta las partes del cerebro con las que se comunica normalmente para controlar los movimientos. En cambio, actuaba más en sincronía que de costumbre con una región diferente del cerebro llamada precúneo. Esto fue una sorpresa, dijo Yann Cojan. El precúneo participa en la visualización mental y en los recuerdos. El científico asegura que esa zona se veía muy activa cuando sobrevenían algunas órdenes del hipnotizador: "Tu mano es muy pesada, está pegada a la mesa". Eso era como decirle a la corteza motriz: "Oh, pero tu mano está demasiado pesada, no puedes moverla", agregó el investigador. Y explicó: "Es como si la corteza motriz estuviese conectada a la idea de que no puede moverla y por lo tanto no envía el mensaje para moverla". Para llevar adelante la investigación, a 12 participantes les practicaron escaneos cerebrales mientras efectuaban una tarea que les requería empujar un botón con una mano o la otra. En algunas sesiones fueron hipnotizados y les dijeron que tenían la mano izquierda paralizada. En otras sesiones, su estado era normal. A los fines de comparar, otros seis participantes sencillamente simulaban que tenían la mano izquierda paralizada. Richard Frackowiak, un experto en la Universidad de Lausana en Suiza, que no participó en el estudio, calificó el informe como "datos muy valiosos". Amir Raz, que estudia hipnosis y cerebro en la Universidad McGill, en Montreal, dijo que el trabajo es muy interesante pero se preguntó si los resultados reflejaban los efectos generales de estar hipnotizado o la sugestión de la parálisis en sí. Claro, puede fallar.
Antecedentes
El trance hipnótico es un estado especial de conciencia que favorece una serie de cambios, entre los que se destraca un cierto control de las funciones orgánicas gobernadas por el sistema nervioso autónomo. En 2005, la Clínica Mayo, con sede en los Estados Unidos, publicó un relevamiento sobre su uso en el tratamiento de ciertas afecciones. Reunió 144 papers (escritos realizados por científicos para explicar sus estudios). En ellos se encontraron importantes evidencias sobre el uso exitoso de la hipnosis para tratar diversas patologías, como disfunciones sexuales, fobias, alergias, jaquecas, asma, reuma, obesidad e hipertensión. Durante ese año, además, se dejó en claro que la hipnosis sólo puede ser ejercida por profesionales médicos, odontólogos y psicólogos.
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