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CAUSA ABIERTA

Argentina: el oficialismo perdió 22 bancas en diputados

Argentina: el oficialismo perdió 22 bancas en diputados

El ex presidente habló cuando el recuento marcaba una ventaja de 2,4 puntos para De Narváez, con el 87,62% de las mesas escrutadas. Les pidió "serenidad" a los ganadores. Y se esforzó por mencionar que el Gobierno ganó "en muchísimas provincias". El oficialismo sólo obtuvo el 30% de los votos a nivel nacional y perdió 22 bancas en Diputados. Con un tono manifiestamente calmo y las marcas del duro golpe que sufrió en las urnas, el ex presidente Néstor Kirchner salió esta madrugada a reconocer su derrota frente al candidato de Unión PRO, Francisco De Narváez, cuando, con el 87,62% de las mesas escrutadas, el recuento de votos dejaba en claro que había perdido por algo más de dos puntos. "Hemos perdido por muy poquito" en Buenos Aires, admitió el ex presidente en el búnker del Frente Justicialista para la Victoria, en donde primaban las caras largas y durante todo el día se notó la ausencia de dirigentes de peso. Mientras el ex presidente respondía preguntas de los periodistas en una inusual conferencia de prensa, el escrutinio avanzó hasta el 90,65% de las mesas. El resultado provisorio, ya imposible de dar vuelta, muestra un triunfo de Unión PRO con el 34,51% de los votos, frente al 32,16 del FPV. El reconocimiento de Kirchner llegó horas después de que De Narváez festejara su victoria en el búnker de Unión PRO, en Costa Salguero. En Provincia, además del triunfo de Unión PRO y el segundo puesto del kirchnerismo, el escrutinio confirma el tercer puesto del Acuerdo Cívico y Social –reconocido por Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín-, que alcanza el 21,43%, lejos de la pelea estelar pero por encima de lo que preveían las encuestas que cuestionaban. Cuarto quedó el candidato del Frente Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella, que se alza con el 5,61% de los votos y logra dos bancas en el Congreso. "En la democracia se pierde y se gana", matizó en su discurso el ex presidente, cuya única derrota electoral había sido en la primera vuelta de la presidencial de 2003, cuando fue superado por Carlos Menem pero terminó ungido por la renuncia de Menem a enfrentarlo en un ballotage que sabía perdido de antemano. Kirchner eligió resaltar que la diferencia por la que cayó fue "mínima", sostuvo que no hubo en el país "grandes ganadores", minimizó el triunfo de Gabriela Michetti en Capital y resaltó que el Gobierno ganó "en muchísimas provincias". En los hechos, el FPV o sus aliados se impusieron en 13 distritos, pero en ninguno de los cinco más populosos: terminaron segundos en Buenos Aires y Mendoza, terceros en Santa Fe y cuartos en Córdoba y Capital. Lejos del tono confrontativo que mantuvo en la campaña, les pidió a los ganadores "serenidad" y compromiso para garantizar la gobernabilidad. También transmitió "el deseo de la Presidenta (Cristina Fernández) y de Daniel (Scioli) de felicitar a todos" los triunfadores.
Con estos resultados, Unión PRO logra 13 bancas; el kirchnerismo, 12; el Acuerdo Cívico, 8; y Nuevo Encuentro, dos. Así, el oficialismo resigna 10 diputados nacionales por Buenos Aires, mientras que el PRO y el PJ disidente ganan 9 asientos; el Acuerdo Cívico suma cuatro y Sabbatella mantiene las dos que debían renovar sus aliados del bloque SI. El resultado, claro, fue festejado en el comité de campaña de Unión PRO. "Un día íbamos a cambiar la historia, y ese día es hoy", expresó De Narváez en dos oportunidades poco antes de la medianoche sobre el escenario del búnker montado en Costa Salguero. En su festejo, estuvo acompañado por el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri y el segundo candidato bonaerense, Felipe Solá. Esta vez si se mostraron los tres juntos. Macri fue el que se llevó los gritos de la hinchada que le gritaba: "Se siente, se siente, Macri presidente". De Narváez, que habló antes que el jefe de Gobierno y después de Solá, le agradeció a los militantes, al Acuerdo Cívico y Social por reconocer que "otra fuerza" ganó los comicios y, especialmente, a Macri. Luego subieron al escenario Gabriela Michetti y otros dirigentes de Unión PRO. La de Buenos Aires era la pelea estelar de este domingo. Lo era por la cantidad de votos que suma la Provincia y por el número de diputados que renueva. Pero, sobre todo, por la apuesta a todo o nada que había hecho el propio Kirchner al ponerse él mismo al frente de la pelea. (Fuente Clarín)

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