El infierno está en Sudán: 40 muertos en un ataque contra barcazas que transportaban alimentos de la ONU

Al menos 40 sudaneses, entre militares y civiles, murieron el pasado viernes en un nuevo ataque de milicias tribales de Sur de Sudán contra un grupo de 27 barcazas que transportaban ayuda alimentaria de la ONU por el río Sobat. Los milicianos de la tribu Jikany Nuer son los responsables de este ataque contra el cargamento, destinado a la población de la etnia rival, la Lou Nuer, según informó el Programa Mundial de Alimentos (PAM), agencia de la ONU. El ministro de Información del estado del Alto Nilo, Thon Mom, confirmó que la cifra de muertos es de 40, entre los que hay militares del Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán (SPLA) que escoltaban al convoy. "También fueron asesinados mujeres y niños que viajaban en los barcos, ya fuera directamente por los disparos o al ahogarse tras saltar al río", indicó un portavoz del SPLA, Malaak Ayuen Ajok. Los milicianos Jikany Nuer primero pidieron registrar algunas de las barcazas tras interceptar al convoy, al sur de la localidad de Nasir, al sospechar que pudieran transportar armas y munición para los Lou Nuer. Los asaltantes registraron una, y hallaron sólo sorgo --hierba cuyas semillas se utilizan para hacer harina-- y otros alimentos, pero abrieron fuego al comprobar que el resto de los buques seguía su ruta, explicó Ajok. Tanto Ajok como Mom aseguraron estar esperando más información del incidente. "Podrían ser menos de 40 muertos, podrían ser más de 40 muertos. Lo sabremos hoy", afirmó Ajok. Mientras, el PAM ha manifestado su preocupación por los miles de desplazados de Akobo y sus alrededores que se han quedado ahora sin comida a raíz de este ataque. "Hay gente que necesita desesperadamente comida. Como siempre, son los ancianos, las mujeres y los niños los que están más necesitados", indicó la directora del programa del PAM para Sur de Sudán, Michelle Iseminger. En respuesta, el PAM ya ha enviado 10 toneladas de alimentos de emergencia que partieron ayer sábado, un cargamento mucho menor que el que se perdió --destruido o robado-- en el río Sobat, de 735 toneladas. "Este año hay 135.000 desplazados por la violencia. El año pasado por esta época eran aproximadamente la mitad, y menos incluso hace dos años", indicó Iseminger.