Médica cubana Hilda Molina llegó a Argentina
La médica cubana disidente Hilda Molina llegó este domingo a Argentina para reencontrarse con su madre enferma, con su hijo, y para conocer a sus dos nietos, luego de que el gobierno de Cuba le otorgara el permiso para abandonar la isla, el cual le había negado durante más de una década. "Gracias a todos los que ayudaron y a Dios", alcanzó a decir Molina a periodistas tras arribar al aeropuerto internacional de Ezeiza procedente de La Habana. Fue recibida por su hijo Roberto Quiñones, su nuera y sus. La galena, de 66 años, pudo viajar a la capital argentina luego de que el gobierno de Raúl Castro le otorgara el viernes el permiso para abandonar la isla que le había sido negado durante largo tiempo por su condición de disidente. Cirujana de formación y ex directora de un centro de rehabilitación neurológica, Molina rompió en 1994 con el gobierno castrista y emitió duras críticas al sistema comunista y su modelo científico. Vestida con saco rojo con vivos blancos, Molina se fundió en un emotivo abrazo con sus nietos Roberto Carlos, de 13 años, y Juan Pablo, de 8, a los que sólo conocía por fotos puesto que su hijo Roberto abandonó la isla hace más de una década. Visiblemente emocionada, la doctora alcanzó a decir unas breves palabras a la gran cantidad de periodistas que cubrieron su llegada. Ante el tumulto se retiró hacia otro recinto del aeropuerto escoltada por policías. "Hilda está muy emocionada. Les agradece su presencia, pero se asustó un poquito. Más tarde hablará con ustedes", explicó su nuera Verónica Scarpatti. Adelantó que la científica ofrecerá una conferencia de prensa por la tarde. Molina dijo antes de emprender su viaje que en las últimas semanas le había enviado varias cartas a Raúl Castro para rogarle que revisara su situación debido al grave estado de salud de su madre Hilda Morejón, de 90 años, quien reside en Buenos Aires desde mayo del año pasado. A su vez el gobierno argentino realizaba gestiones diplomáticas por la médica desde hacía varios años. "No le guardamos rencores a nadie", aseguró Roberto Quiñones antes de reencontrarse con su madre después de 15 años. También médico, confirmó que su abuela todavía no sabía de la llegada de Molina dado su delicado estado de salud. Molina cuenta con un permiso de salida temporal por varios meses, pero que puede ser renovable.
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