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CAUSA ABIERTA

Argentina: Prisión perpetua para una mujer que mató a su marido

Argentina: Prisión perpetua para una mujer que mató a su marido

La mujer lo asesinó de un balazo dentro de su auto en el Día de los Enamorados de 2006, en un parque de la localidad de Berazategui. Había pedido ser absuelta porque su pareja la sometía a prácticas sexuales. Una mujer fue condenada hoy a prisión perpetua por matar a su marido de un balazo dentro de su auto el Día de los Enamorados de 2006, en el Parque Pereyra Iraola de la localidad bonaerense. Se trata de Karina Lorena Pereyra, a quien el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Quilmes halló responsable del delito de "homicidio calificado por el vínculo" de Pablo Zarza y falsedad ideológica de documento público, tal como lo había solicitado la fiscalía. Durante la lectura de la parte dispositiva de la sentencia, Pereyra se mantuvo tranquila, pero comenzó a lagrimear cuando los familiares de su ex marido, que llevaban colgadas fotos de Zarza, aplaudieron la decisión de los jueces y fue sacada esposada de la sala. "Fue una sentencia catedrática. Si bien no se conocen los fundamentos, el tribunal no atendió el pedido de la defensa respecto que era un homicidio en estado de emoción violenta", afirmó a Télam el fiscal del juicio José María Gutiérrez tras conocerse el veredicto. Gutiérrez explicó que él entendió que "esta figura no existía en la especie porque la ley no protege a los exacerbados, a los que tienen ira o ánimo de venganza y este ha sido un hecho de esa naturaleza". El hecho que se ventiló en el juicio se conoció el 16 de febrero de 2006, cuando Zarza fue encontrado asesinado de un balazo dentro de su Citroen C3 gris oscuro, justo frente a la escuela de la policía bonaerense, en el Parque Pereyra Iraola. Un día antes de la aparición del cuerpo, la esposa de Zarza había concurrido a la comisaría 9na. de Quilmes para denunciar la desaparición de su marido, quien dijo que había salido con su auto a comprar un remedio y nunca más regresó. Con el hallazgo del cadáver, los policías concurrieron a la casa de Pereyra y le contaron lo que habían encontrado, momento en que la mujer se quebró y reconoció su autoría en el crimen. La mujer dijo que había asesinado a su marido porque estaba "harta de las prácticas sexuales" a las que era sometida y que tenía un amante, que en principio fue sospechoso pero luego se comprobó que no tenía vinculación con el hecho.
Tras el veredicto, el fiscal recordó que Pereyra cometió el homicidio el Día de los Enamorados luego de organizar una cena con su marido y que como sabía que él siempre tenía un arma en el auto porque transportaba grandes sumas de dinero lo llevó a un lugar seguro para matarlo. "En este caso, sin dudas, hubo premeditación, primero por la elección del lugar y luego del arma. Pretendía beneficiarse con una emoción violenta pero es evidente que no existió", agregó Gutiérrez. El fiscal hizo hincapié en esta cuestión porque si bien la acusada admitió haber matado a su marido, sostuvo que un estado de emoción violenta le impidió saber lo que hacía, razón por la cuál la defensa había pedido que fuera absuelta. Pero en su alegato ante los jueces Ariel González Elicabe, Rubén Sánchez y Delia Allaza, Gutiérrez entendió que la imputada era "una gran simuladora" y recordó que además de la confesión, hubo un testimonio que abonó la hipótesis de que la mujer planeó el crimen. Se trata de los dichos de un policía que era amante de Pereyra al momento del hecho y que declaró en el debate que la mujer le dijo dos veces que iba a matar a su marido. "El testigo reconoció que la primera vez le propuso: ’Simulemos un robo y vos lo matás’, a lo que él se negó; y en la segunda vez le miró su pistola reglamentaria y dijo: ’Con un arma como esa mataría a mi marido’". Una amiga de Pereyra también declaró que la acusada le entregó el arma homicida después del hecho, aunque ella no entendía por qué.

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