Vargas Llosa y otros intelectuales aceptan un debate con Chávez ante las cámaras

Tres intelectuales liberales, entre ellos el escritor peruano Mario Vargas Llosa, aceptaron hoy la invitación del gobernante de Venezuela, Hugo Chávez, de ir a debatir a su maratoniano programa "Aló Presidente", aunque con la condición de que sea con él. "Estamos a favor del diálogo como uno de los principios básicos que nosotros defendemos", dijo Vargas Llosa en una declaración a la prensa junto con el ex canciller mexicano Jorge Castañeda y el escritor Enrique Krauze, también mexicano, en la sede del foro sobre "Libertad y Democracia" en el que participan en Caracas. Los tres intelectuales y otras personalidades iberoamericanas asisten desde ayer a ese foro, desde el que se ha advertido sobre la "deriva" de Venezuela hacia la "dictadura comunista" y que ha sido calificado por el Gobierno de Chávez de evento de la "ultraderecha decadente". En medio del intercambio de críticas entre unos y otros sobre ese foro, que llegó precedido de polémica y avisos de eventuales expulsiones del país, Chávez, que a su vez inició ayer una edición especial de su "Aló Presidente" de cuatro días de duración, lanzó una invitación a los participantes para que vayan a su programa. "Se me ocurre algo en ese momento (...) Invito a esta gente, les doy un espacio en 'Aló Presidente', que es continuo de aquí al domingo", dijo el gobernante, quien precisó que él sería espectador del debate entre las personalidades liberales y otros intelectuales afines a su "revolución", reunidos en Caracas en actos paralelos. "Un debate (...) me aparto y dejo que debatan", añadió al insistir en su invitación a personalidades "de la derecha" y a los "revolucionarios" de varios países citados al mismo tiempo en la capital venezolana. "'Aló Presidente' abre sus portones (...) Ojalá lo acepten", agregó Chávez al iniciar una edición de cuatro días, y por capítulos, de su programa, que cumple diez años de emisión. Chávez hizo la propuesta mientras conversaba en directo con intelectuales a los que llamó "revolucionarios", participantes en los actos paralelos al foro liberal y quienes lanzaron la idea de un debate entre unos y otros. Al anunciar hoy que aceptaban la invitación a debatir, Vargas Llosa, Castañeda y Krauze indicaron que irán con la condición de hablar con el presidente, no con intelectuales de otras corrientes, porque eso ya lo hacen en otros foros. El mexicano Krauze explicó que "a diario" quienes defienden ideas liberales debaten fuera de Venezuela con personalidades afines al socialismo que propugna Chávez, por lo que, agregó, no quisieran "robar tiempo" a su programa. El autor de "El poder y el delirio", un libro sobre Chávez, emplazó a que el debate sea con el presidente venezolano "y con reglas claras" para evitar monólogos. "Sería muy interesante para la vida del ciudadano venezolano" y "muy sano para la vida política de Venezuela" ver a su presidente "en un debate de ideas" y "escuchando opiniones de los demás y no solo exponiendo las suyas", dijo Krauze. Por su parte, Castañeda manifestó, al igual que sus colegas, que los temas a tratar en el eventual encuentro serían la democracia, los derechos humanos y la crisis económica internacional, principalmente. Vargas Llosa también señaló que suscribe los planteamientos de Castañeda y de Krauze en la breve e imprevista comparecencia ante los periodistas, en la que no se aceptaron preguntas. En declaraciones a Efe el jueves, inmediatamente después de producirse la invitación y algo sorprendido por ella, Castañeda dijo que personalmente "estaría encantado de debatir con el presidente Chávez de democracia, derechos humanos y la crisis económica mundial". El mandatario emprendió ayer su especial "Aló Presidente" con dos intervenciones consecutivas, que totalizaron casi ocho horas en antena, de las cuales la segunda fue en cadena obligatoria de radio y televisión en la hora de mayor audiencia televisiva, entre las 20.00 y 22.00 hora local. Se espera ahora un tercer "capítulo" del especial, previsto este viernes, aunque se desconoce la hora y el lugar desde el que el presidente protagonizará su programa, así como la respuesta que dará a los intelectuales liberales.