Dolor de espalda: algunas cosas que conviene saber
El dolor de espalda es una afección que la mayoría de las personas padecemos en algún momento de nuestra vida. Así, a grandes rasgos, el dolor de espalda puede ser dividido, según la zona que afecte, en cervicalgia, dorsalgia o lumbalgia. Sus causas pueden ser múltiples: Desde posturales, fácilmente corregibles, hasta enfermedades inflamatorias crónicas, de manejo más complejo. Evidentemente, las primeras son las más frecuentes. Así, ante un paciente que presenta dolor a nivel de espalda, en cualquier localización, hemos de intentar deducir el mecanismo que lo originó: Una contusión, un esfuerzo desmesurado puntual, una mala postura...
Si no existe una causa detonante evidente, es decir, si el dolor no es puntual, sino que lo padecemos de manera repetida y recurrente, deberíamos plantearnos hacer una serie de cambios en nuestra manera de actuar, para evitar sobrecargar la espalda. Algunos cambios a realizar podrían ser:
- Realizar ejercicio físico regular, que no comporte sobrecarga de la zona afectada de la espalda. Destacan, por su eficacia, la natación y el yoga. En el caso de éste último su eficiencia radica en el hecho de conseguir mayor elasticidad muscular, cosa que nos facilitará posteriormente la realización de movimientos.
- Perder peso. La espalda es una zona que ha de soportar el peso del cuerpo, y que sufre si éste es excesivo. Por tanto, perder unos kilos, aunque sean pocos, es una medida muy eficaz para disminuir las molestias.
- Sentarnos erguidos, tanto al comer, como al escribir o utilizar el ordenador. Deberíamos intentar apoyar la espalda completamente sobre el respaldo de la silla.
- Cambiar de posición frecuentemente mientras estamos sentados es otra medida útil a tener en cuenta.
- La posición al dormir. Es mejor hacerlo de lado, o boca arriba. Evitar dormir boca abajo. (Servicio Yahoo)
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