El pasado del Papa ensombrece su gira a Tierra Santa

La polémica por el que algunos críticos en Israel consideran el estilo "frío" del papa Benedicto XVI en sus discursos, ensombrece la atmósfera de su peregrinación a Tierra Santa. Aunque destacando la importancia de varias de sus declaraciones —como la terminante condena al antisemitismo y a la negación del Holocausto— distintas figuras israelíes se mostraron ayer decepcionadas por el estilo general del sumo pontífice. "El Papa habló como un historiador, como alguien que observa de costado", comentó el presidente del Parlamento israelí, Reuven Rivlin, tras el discurso de Benedicto XVI en el Museo Recordatorio del Holocausto Yad Vashem, el lunes por la tarde. Y aunque no lo dijo explícitamente, Rivlin dio a entender que el pasado del Papa —que él mismo admitió— en las juventudes hitlerianas, deberían haberle impuesto otra forma de hablar. "¿Qué se puede hacer? Él fue parte de eso", dijo en tono terminante, agregando que "con todo el respeto a la Santa Sede, no podemos ignorar la carga que lleva consigo". El pasado personal de Joseph Ratzinger durante la época nazi no es, sin embargo, el motivo principal de discordia. Claro está que de fondo, el hecho que es un Papa alemán, lo que agrega sensibilidad al tema y creó expectativas de que Benedicto XVI condenara en forma terminante a los nazis. Al respecto, el Vaticano sorprendió ayer cuando su portavoz, el cardenal Federico Lombardi, declaró que el Papa "no estuvo nunca, nunca, nunca, en las juventudes hitlerianas". Contradiciendo declaraciones hechas años atrás por el propio Pontífice, Lombardi alegó que el Papa fue miembro de una unidad antiaérea entre 1944 y 1945 "que nada tenía que ver con las juventudes hitlerianas, los nazis o la ideología nazi".

El portavoz se refirió también con tono molesto a las críticas al discurso del Papa, comentando que él ya fue terminante en muchas declaraciones sobre los temas discutidos e inclusive sobre sus raíces alemanas. "No puede mencionar todo cada vez que habla", dijo el vocero.

Gita Kaldron, una de las sobrevivientes del Holocausto que recibió al Papa el lunes en Yad Vashem, comentó a EL UNIVERSAL que "lo de las juventudes hitlerianas no me molesta tanto, porque él era muy joven en aquel entonces, no tuvo más remedio que enrolarse y apenas pudo, las abandonó". "Me duele mucho más que haya hablado de gente que murió, cuando yo sé, porque lo vi, que simplemente la quemaban viva".

Benedicto XVI se convirtió en el primer Papa en visitar la mezquita Domo de la Roca en Jerusalén, a la que entró descalzo, tal cual determina la tradición musulmana. Allí fue recibido por el Gran Mufti de Jerusalén. El Papa llamó a superar "las incomprensiones y los conflictos del pasado", así como a abrir "un diálogo sincero" entre las religiones. De allí pasó al santuario judío más sagrado, el Muro de los Lamentos, donde oró en privado, en silencio, y colocó un papel entre las piedras pidiendo a Dios "paz sobre esta tierra y el mundo". (El Mundo y El Universal)