El presidente de Perú crea tensión con países vecinos al dar asilo a personas requeridas por Venezuela y Bolivia

El presidente de Perú, Alan García, sigue dando refugio a personas que están requeridas por la justicia de países vecinos, creando una situación tensa que se agrava. Al asilo otorgado a Manuel Rosales, opositor de Chávez, quien debe responder por varios cargo de desfalco ahora se agrega el asilo a ex ministros del gobierno de Gonzalo Sánchez Lozada (2002-2003) imputados de genocidio. El presidente boliviano, Evo Morales, pidió a su homólogo peruano que expulsara "a esos delincuentes para que respondan ante la justicia", durante un acto en la ciudad de El Alto en alusión al beneficio otorgado Jorge Torres, ex ministro de Hacienda. Perú también piensa otorgar esa condición a Mirta Quevedo, ex ministra de Participación Popular y actual líder de la alianza opositora Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). La concesión de asilo en Lima a los dos ex ministros bolivianos tiene lugar a una semana de la apertura de un proceso penal en la Corte Suprema de Justicia (CSJ contra Sánchez de Lozada, exiliado en Estados Unidos. El ex gobernante es acusado de la muerte de 67 personas y más de 400 heridos durante la represión a una manifestación social en 2003 en la ciudad de El Alto, recordada aquí como octubre negro. También están implicados en esos hechos los ministros de Defensa, Carlos Sánchez, y de Hidrocarburos, Jorge Berindoague, ambos en Estados Unidos.
Asimismo se espera comparezca el ex titular de Agricultura, Guido Añez, amparado también por Washington. Por otro lado, Yerko Kukoc, ex ministro de interior, y condenado a dos años de presidio en 2004 por apropiarse de bienes públicos, también espera que Perú le otorgue el asilo.