La Organización Mundial de la Salud crea alarma innecesaria

Desde siempre la Organización Mundial de la Salud (OMS) estuvo atenta a la información sobre temas de salud que los medios de prensa del planeta difundían a diario. En algunas ocasiones retaban a diarios y canales de televisión por crear alarma innesaria sobre algunas enfermedades. En rigor, la OMS era cuidadosa y gastaba millones de dólares en hacer simposiones en distintas ciudades para que periodistas de los medios más influyentes se especializaran en temas de salud. Lo primero que hacía la Organización era repartir carpetas de lujo sobre los cuidados que debían tener los informadores para no crear pánico innecesario en un tema tan delicado como la salud a nivel global. Pues bien, parece que el organismo ha cambiado su manera de pensar y actuar y borra con el codo lo que ha escrito durante años con la mano. El director general adjunto de la OMS, Keiji Fukuda, recordó que la organización ha venido insistiendo desde el principio de la crisis, hace casi dos semanas, en que "la situación evoluciona y no sabemos cómo va a hacerlo. Los casos de infecciones por el virus AH1N1 siguen aumentando y nos estamos moviendo hacia una pandemia", afirmó Fukuda. Luego le salió el periodista amarillo que lleva en el alma y sentenció: "una estimación razonable es que un tercio de la población mundial será infectada". Eso significa en buen romance que unos DOS MIL MILLONES DE PERSONAS EN EL MUNDO nos contagiaremos del nuevo virus de la gripe. Un bárbaro, suerte que a continuación "tranquilizó" a la opinión pública mundial al agregar el supuesto experto "aunque, es imposible hacer previsiones por el momento de cuánta gente podría morir". El portal de noticias "Causa Abierta" bien podría hacer una estimación -total ahora decir barbaridades está oficializado- que las muertes podrían ubicarse en el entorno de 300 millones de seres humanos. Hasta ayer había 2.100 casos notificados, con 44 fallecimientos y la vacuna para no contraer el virus AH1N1 está a punto de salir de los laboratorios de Canadá y Estados Unidos. Está muy bien que los países tomen todas las providencias del caso y de hecho lo están haciendo, lo que no es de recibo es el comportamiento informativo a la ligera de la OMS.