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CAUSA ABIERTA

Hillary Clinton pide disculpas por la masacre de civiles en Afganistán

Hillary Clinton pide disculpas por la masacre de civiles en Afganistán

Era una imagen inusual, la secretaria de Estado Hillary Clinton pidiendo perdón por la masacre de civiles que dejaron el lunes las fuerzas estadounidenses en Afganistán. Disculpas que no oirán los cien muertos, pero que calmaron el ánimo del primer encuentro tripartito de alto nivel entre EE. UU., Pakistán y Afganistán. "Quiero expresar mi pesar a nivel personal y ciertamente las condolencias de nuestro gobierno por la pérdida de vidas civiles en Afganistán. Lo lamentamos muchísimo", entonó frente a las cámaras. "No sabemos todas las circunstancias o las causas, así que habrá una investigación conjunta entre ambos gobiernos. Pero cualquier pérdida de vidas humanas, cualquier pérdida de vidas inocentes es particularmente dolorosa. Quiero decir a los pueblos de Afganistán y Pakistán que trabajaremos muy duro con sus gobiernos y sus líderes para evitar la pérdida de civiles inocentes. Y lamentamos profundamente, muy profundamente esas pérdidas". Sin duda un cambio de actitud con respecto al gobierno de Bush, pero que en la práctica se ha apuntado la que puede ser la mayor masacre de civiles en Afganistán, al menos desde agosto del año pasado, cuando la ONU constató 90 civiles muertos en Azizabad -EE. UU. sólo admitio 30. La masacre de Granai, en el distrito de Bala Baluk, ocurrida el lunes por la noche a lo largo de 12 horas de bombardeos, ha sido documentada por la Cruz Roja, que tiene a un voluntario y a 13 miembros de su familia entre las víctimas que se refugiaban en una casa. "Lo que nuestro equipo vio fueron docenas de cuerpos, fosas y gente preparando los funerales", dijo en entrevista telefónica con The New York Times Jessica Barry, portavoz de la organización basada en Ginebra. "No es la primera vez que pasa esto, pero ciertamente es uno de los incidentes mayores y más serios que hemos visto en mucho tiempo". Furiosos, los aldeanos llevaron hasta las oficinas del gobernador de la provincia de Farah un caminón con una veintena de cadáveres, la mayoría mujeres y niños, para probar ante él las acusaciones. Según los aldeanos la cuenta de muertos era entre 70 y 100, pero como siguen saliendo cadáveres de los escombros este miércoles se calculaba ya en 130. Así lo contó el gobernador al Parlamento afgano en una llamada telefónica que fue conectada a los altavoces del hemiciclo. La versión del comante estadounidense David McKiernan es que el gobernador había llamado a la aviación estadounidense después de que los talibanes llegaran al pueblo, decapitaran a tres civiles y emboscaran un puesto de la Policía. Los lugareños dicen que instruyeron a las mujeres, ancianos y niños a refugiarse en casas de seguridad, que luego fueron bombardeadas por los aviones estadounidenses o de la OTAN. Ese es el fondo que enturbió este miércoles los acuerdos tripartitos entre EE. UU., Pakistán y Afganistán. Por primera vez los líderes de estos dos últimos países se dieron la mano en la Casa Blanca y se llamaron "hermano" uno al otro. Clinton, involucrada personalmente con el mandatario paquistaní Asif Ali Zardari por la relación que tenía con su viuda Benazir Bhutto, se congratuló por este importante paso de reconciliación que a su juicio facilitará la cooperación entre ambos países para combatir la amenaza común de los talibanes, que se expanden a toda velocidad.
Solo en las últimas 24 horas 40.000 personas han huido del Valle de Swat, de donde ya habían salido 50.000 habitantes la semana pasada. Para cuando los combates lleguen a su eclosión, el gobierno paquistaní calcula que habrá medio millón de desplazados. Pero con los talibanes imponiendo la ley islámica a latigazos a sólo cien millas de Islamabad, los tres gobiernos coinciden en que hay que detenerlos. Después de todo un día de reuniones con diferentes miembros de su gabinete, el presidente Barack Obama recibió personalmente a ambos líderes y les ofreció toda su ayuda.

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