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CAUSA ABIERTA

Uruguay: los jueces mandan a manicomios saturados a jóvenes adictos a droga de exterminio

Uruguay: los jueces mandan a manicomios saturados a jóvenes adictos a droga de exterminio

Hoy fue una chica de 18 años que con un cuchillo quiso cometer un asalto para obtener dinero y comprar "pasta base", la droga de exterminio que sigue haciendo estragos entre la juventud de Uruguay, en mucho mayor medida entre la clase más pobre. La joven fue internada en el hospital psiquiátrico Vilardebó por la fuerte adicción y un supuesto cuadro de esquizofronia. Exactamente lo mismo pasó ayer con un joven de 19 años que atacó a su madre. Con el mismo diagnóstico fue internado en dicho hospital. Hace dos días otro joven que le destrozó la casa a sus padres fue llevado, siempre por orden judicial, a la Colonia Etchepare, el enorme centro campestre donde se albergan todo tipo de patologías psiquiátricas. "Causa Abierta" mantuvo contactos con funcionarios de ambos centros asistenciales que coincidieron en que "la situación de los psiquiátricos en nuestro país es la misma al de las cárceles, en cualquier momento explotan". Una enfermera explicó que el ingreso de jóvenes adictos a la pasta base "termina con el equilibrio, aunque parezca paradojal" en centros para asistir a enfermos psiquiátricos, porque los jóvenes adictos a las pasta base "rompen con todos los moldes de violencia y son incontralabes". Otro funcionario reveló que la única manera de que puedan permanecer en esos lugares es "mantenerlos todo el día sedados". Una médica dijo que "es muy triste el estado de estos muchachos, porque es como si los tuviéramos en estado de coma".

Por lo tanto de rehabilitación ni hablar.

Funcionarios de los dos hospitales públicos aseguraron que las capacidades están desbordadas y que el Ministerio de Salud Pública "va a tener que tomar muy en serio el problema, porque en cualquier momento se va a escapar de las manos de los responsables el control de los mismos". Además, se produce un alejamiento familiar muy fuerte. Es que, padres, hermanos y otros parientes de los jóvenes han sufrido decenas de embestidas de los jóvenes adictos en períodos de abstinencia. Cientos han pasado por la penuria de entrar a sus casas y ver con horror que los chicos fuera de sí han arrancado hasta los caños de los baños para venderlos, cuando ya no quedan muebles, utensilios de cocina o cualquier objeto que pueda ser malvendido para conseguir unos pesos y comprar la dosis diaria. Por otra parte, el sistema mutual sólo admite una internación anual para estos casos, por lo cual los jóvenes siempre son derivados a Salud Pública con estas consecuencias. El futuro de estos jóvenes es la locura o la muerte y son contados con los dedos de una mano los casos en que pueden escapar a la trampa terminal.

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