Lugo, el obispo semental: aparece tercera mujer que afirma que tiene un hijo del presidente de Paraguay
Damiana Hortensia Morán Amarilla (39), una conocida dirigente social del Departamento Central, ex coordinadora de la Pastoral Social de la Diócesis de San Lorenzo, afirma también tener un hijo del actual presidente, Fernando Lugo. Dice que nunca pensó en denunciar a Lugo ni le reclama nada porque su niño es fruto de un amor incondicional y, además, siempre antepuso el interés común de que se instale un proceso de cambio en el país antes que su interés personal. Insta a Lugo a poner un corte final al tema, y hace un llamamiento a las mujeres para que no se dejen utilizar, a fin de avanzar en el proceso de construcción del país que anhelamos.
Contrariamente a los casos anteriores, Damiana no reclama nada y dijo que accedía al solo efecto de que se sepa la verdad, porque, aunque para ella es un tema delicado y muy sensible, es la realidad y que tarde o temprano iba a aflorar. Más aún porque sostuvo que en el proceso de cambio dijeron que tenían que hablar con la verdad, que el pueblo y el país ya no recibirían mentiras; y, en nombre de esa promesa, manifiesta que su hijo "es fruto de una relación con Fernando Lugo, pero una relación impulsada por un gran amor, de una entrega total".
Empezó pidiendo perdón a la sociedad paraguaya y a la Iglesia, no solo por sus faltas y por sus errores, sino también por las muchas faltas de la cristiandad del Paraguay, porque se siente una laica comprometida.
"Analizando creo que siempre estuvieron en los gobiernos, en los lugares claves, en cada cargo, grandes cristianos, laicos comprometidos. Sin embargo, tenemos como resultado este país lleno de desigualdades, con una corrupción imperante; entonces, quiere decir que hemos faltado mucho", dijo.
INICIOS DE LA RELACIÓN
Relató que la relación con Fernando Lugo empezó con una amistad, hace poco más de cinco años, pero su vinculación más asidua y luego más íntima fue luego de que renunciara como obispo de San Pedro. Los contactos más frecuentes y más próximos se dieron a partir de las reuniones de grupos de dirigentes sociales y políticos para conformar Resistencia Ciudadana, hacia el 2006. Hortensia dijo que siempre le tuvo una alta consideración y estima a Lugo, como una persona muy importante, carismática, una persona que siempre estuvo con la gente, sobre todo con los dirigentes sociales, para orientar un proceso. "Siempre le consideré una persona que podría dar mucho, lo conocía en ese ámbito".
"Esos encuentros para Resistencia Ciudadana fueron los que propiciaron un acercamiento y, teniendo en cuenta que siempre sentí por él un gran aprecio, me propuse evitar los contactos y poner límites para tener una relación respetuosa. Pero después todo fue tan natural, que explotó en los dos un momento en que sinceramos nuestros sentimientos", resaltó.
Recuerda Hortensia que un día le confesó a Lugo que siempre lo vio como un hombre, y que le parecía que eso estaba mal. "Lo que puedo sostener es que fue una gran entrega y que fue una explosión de sentimientos; y, por esas cosas de Dios y de la vida, nace un fruto, que es Juan Pablo", acotó.
Juan Pablo se llama el niño que Hortensia dice que es hijo del Presidente. Recordó que le bautizó con ese nombre en homenaje al desaparecido Papa. El niño es para ella como un regalo del cielo porque, aunque deseaba tener un tercer hijo, no pensaba que podía hacerse realidad tras su divorcio.
NUNCA SUPO
Dijo que tiene su fe firme y cree que es una obra de Dios, muy a pesar de muchas cosas, de las normas, de las reglas establecidas. Sabe que cayó en falta, pero sostiene que es fruto de una relación y sobre todo de un gran amor.
Señaló que si bien Lugo llegó a verla embarazada en los primeros dos a tres meses, esto se dio en lugares públicos, y que cuando él demostraba interés en saber y acercarse, ella se apartó para que esto no signifique obstáculo para apuntalar su candidatura.
"De mi boca no sabía, pero creo que él se imaginaba. Yo no le hice saber, sencillamente por salvaguardar y resguardar y sobre todo hacer cumplir el objetivo y el proyecto político país que él –porque eso hay que decir–, ni en el Partido Liberal ni el Partido Colorado ni en los movimientos sociales, también salpicados por mucha corrupción, no tenía la posibilidad de concretar lo que él concretó y que es el gran paso del proceso de cambio en el país", dijo.
Relató que desde el momento en que supo que estaba gestando un hijo de Fernando Lugo pensó en no anteponer un interés personal por encima del interés común, de la esperanza de la gente en él, por lo que hasta tuvo que dejar de concurrir a los espacios políticos para evitar encuentros. El interés mayor era hacer el proceso de cambio, porque estima que dar un paso en 60 años es demasiado grande frente a cuestiones personales e íntimas.
Estando ya Lugo como presidente de la República nunca tuvo la posibilidad de comentarle directamente, pero teniendo en cuenta que se había filtrado la información y ante el acoso de medios de prensa muy interesados en el tema de sacar algún provecho, afirmó que se vio obligada a darle señales.
Dijo que sigue sintiendo amor por él. "Es una gran satisfacción haber descubierto un amor sin pedir nada, desinteresado y solamente tener la inspiración de una entrega, pero valorada; una entrega, pero significativa. Para mí no es una cuestión propagandística, no es marketing, para mí es solo la verdad, la realidad".
NO PIDE NADA
Dejó en claro que nada le reclama a Lugo, ni siquiera el apellido para su hijo, y que sale a decir la verdad en un momento político tan caldeado, confuso, "porque hay grandes intereses de grupos mafiosos que quieren tergiversar y desviar, por eso quiero hablar de este gran amor. Jesucristo había dicho que el arma más poderosa y la que transforma es el amor, no son las armas ni es la fuerza. Creo en eso y me inspira para seguir construyendo; comprendo su situación y su circunstancia, y por eso respeto ese sentimiento y por eso no pido absolutamente nada", dijo.
Preguntada si Fernando Lugo quisiera reconocer como hijo a Juan Pablo, dijo que no se opondría si tiene la voluntad y lo nace desde adentro. "Me parece nomás que tenemos que creer en las personas todavía, en ese ser con quien compartí muchas cosas y con quien sigo compartiendo. Muchas cosas nos unen, muchos objetivos. Nos unen muchos desafíos y yo siempre voy a estar firme, al menos en el proyecto", concluyó.
CONFÍA EN LUGO
Hortensia no cree que Fernando Lugo se haya aprovechado de varias mujeres, y menos de menores de edad. Dijo que si bien Viviana Carrillo sostiene que la relación se inició a los 16 años, la realidad es que ella tiene un hijo de dos años y que actualmente está por cumplir 27 años.
Sobre Benigna Leguizamón, oriunda de San Pedro, le parece una maniobra, que así como se presentó la situación se desvirtúa todo y se meten otros intereses de por medio, y ya no solo la realidad o la verdad. Cree que se ha instalado con grandes intereses, y que es un circo. (ABC)
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