Estados Unidos: un tiroteo en hospital de Long Beach deja tres muertos

En un día catalogado como trágico por las autoridades, un trabajador del Centro Médico Memorial de Long Beach asesinó a balazos a dos de sus superiores, para después suicidarse afuera de la sala de emergencias. Ayer al mediodía, tras momentos de pánico que vivieron personal, pacientes y familiares, agentes del Departamento de Policía de Long Beach (LBPD) encontraron a dos trabajadores del hospital heridos de gravedad. Ambos, Hugo Bustamante, de 46 años, quien se desempeñaba como supervisor de la farmacia del hospital, y Kelly Hales, de 56, quien era el director ejecutivo, murieron mientras eran atendidos en el mismo nosocomio. Posteriormente, los agentes encontraron el cuerpo del supuesto homicida, Mario Ramírez, de 50 años, residente de Alhambra y quien trabajaba también en la farmacia, en la parte norte del centro médico, ubicado en la cuadra 2800 de la avenida Atlantic. "Todos los individuos involucrados son empleados del hospital", indicó Anthony Batts, jefe del LBPD, en una breve conferencia de prensa donde se revelaron pocos detalles del atentado. "Continuamos investigando", añadió. El alcalde de Long Beach, Bob Foster, dijo, en efecto, que ayer fue "un día trágico para la ciudad" y afirmó que la zona fue rápidamente protegida por la policía y ningún paciente resultó herido en el siniestro. "Mientras el departamento de policía continúa investigando el hecho, quiero extender mis oraciones a las familias de las víctimas", señaló.

Dave Chamberlain, un conductor que ayer transportaba materiales de construcción al hospital, dijo haber escuchado las denotaciones y ver cuando el homicida se suicidó.

"Escuché cinco disparos, y después vi a un hombre con una pistola apuntándose a sí mismo; luego escuché otro balazo... y fue todo", mencionó con el rostro desencajado. (La Opinión)