La Policía de Colombia capturó a peligroso jefe de grupo de sicarios
Un hombre acusado de dirigir una tenebrosa banda de sicarios, acusada de cometer asesinatos, secuestros y extorsiones en la ciudad colombiana de Medellín y de estar al servicio de narcotraficantes, fue capturado el miércoles por la Policía, informaron las autoridades. El arresto de José Leonardo Muñoz, alias "Douglas", jefe de la denominada "Oficina de Envigado", se produjo en un apartamento del Poblado, en el sur de Medellín -capital del departamento de Antioquia-, en donde se encontraba en compañía de cinco personas más, reveló la Dirección General de la Policía. La captura de Muñoz se produjo horas después de que la Policía arrestó a Daniel Rendón Herrera, alias "Don Mario", uno de los narcotraficantes prófugos más temidos y buscados del mundo, acusado del envío de más de 100 toneladas de cocaína a Estados Unidos y de al menos 3.000 asesinatos en Colombia. La denominada "Oficina de Envigado" estuvo por años al servicio de Diego Fernando Murillo, alias "Don Berna", un antiguo jefe paramilitar acusado de narcotráfico que fue extraditado hace casi un año a Estados Unidos.
La organización criminal se encargaba de combatir a otros grupos ilegales armados al servicio del narcotráfico y presionaba con violentos métodos el pago de cargamentos de drogas y la cesión de zonas de producción de cocaína y rutas del narcotráfico.
El presidente Alvaro Uribe había ordenado a las autoridades militares y de la policía la captura de "Douglas", responsable de una reciente escalada de violencia que se registró en Medellín por enfrentamientos entre bandas criminales y que dejó al menos 30 muertos en una semana.
Medellín, con unos 2,2 millones de habitantes, es la segunda ciudad más poblada de Colombia y fue sede de operaciones de Pablo Escobar, considerado en su momento como el narcotraficante más famoso y rico del mundo, quien murió en una operación de la policía en diciembre de 1993.
Escobar fue reemplazado por otros traficantes. Pese a los esfuerzos del Gobierno y a una considerable reducción de los asesinatos, Medellín continúa siendo azotada por el narcotráfico y por grupos ilegales armados. (El País de Cali)
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