Clarín dice: de EE.UU a Uruguay, una crisis que angustia y obliga a cambiar costumbres
Los ricos hacen "shopping a domicilio" para que no los vean salir de un negocio llenos de bolsas. Y no donan más dinero. Aparecieron los "escraches". Las clases medias consumen menos. Y compiten con los inmigrantes por lugares de trabajo. Todos los sociólogos coinciden al afirmar que los dos paradigmas más importantes de la sociedad estadounidense siempre han sido la movilidad social y la movilidad geográfica. Lo que popularmente se conoce como "el sueño americano" es la posibilidad de poder subir por la escalera socioeconómica, la idea de que "nuestros hijos tengan una vida mejor que la nuestra". Es así. Los chicos se van de sus casas, muchas veces a otros estados, cuando comienzan la universidad y en busca de un status social igual o más alto que el de sus padres. Y por lo general no vuelven a sus casas.
La crisis ha puesto totalmente en cuestión ambos paradigmas. Con el desempleo en aumento y la pérdida del poder adquisitivo a la orden del día, la movilidad social ha sido hacia abajo y no hacia arriba. Y la movilidad geográfica se ha reducido a su mínima expresión. Los chicos buscan universidades cerca de las casas de sus padres para no tener que pagar alojamiento en los campus universitarios. Si los padres se han quedado sin empleos difícilmente salgan a buscar uno nuevo en otro estado como lo hacían antes. Las casas que tienen han perdido tanto valor que es imposible venderlas sin una gran pérdida.
La crisis afectó a todos: a la clase alta, media y a los estratos bajos pero de manera muy diferente. Los ricos ya no salen a comprar como lo hacían antes.
"Yo tenía clientes que gastaban 50.000 dólares en un día", recuerda Marilú Menéndez una ex vendedora de Bergdorf y Goodman una de las tiendas mas sofisticas y más caras de Nueva York. "Ahora lo que está de moda es el shopping a domicilio. Nadie se atreve a salir de las tiendas con una bolsas llenas de lujosos vestidos y joyas", señala. Entonces las vendedoras de las grandes tiendas ahora van a buscar a las clientas a sus casas.
Pese a las enormes fortunas que siguen existiendo en EE.UU. las donaciones para -ya sea- la Opera o las universidades han disminuido enormemente. Eso, combinado con lo que han perdido universidades como Harvard o la Opera de San Francisco en la bolsa, donde tenían invertidos sus fondos, ha tenido efectos devastadores.
Recientemente, antes del estreno de Carmen, en la Opera de San Francisco, el presidente de este prestigioso establecimiento salió a pedir plata: "No podremos terminar nuestro programa este año si no recurrimos a la generosidad de ustedes los espectadores".
Para las clases media y baja el temor principal ahora es la pérdida del empleo. Actualmente el índice de desempleo es de 8,5%. Es decir hay 5.100.000 de desocupados.
Trabajos que antes eran muy buscados por los sectores medios ahora son un dolor de cabeza. Una gerenta del Citibank no sabe si durará en su puesto una semana más, un mes, un año o toda la vida. "Cada vez que el vicepresidente nos reúne por algo, pensamos: 'bueno esto es el fin'", dijo a Clarín una norteamericana media que pidió no ser identificada. "Sabemos además que hay sectores enteros del banco que van a desparecer. Entonces todo el mundo está buscando trabajo, pero claro es ridículo. ¡con los bancos en el estado que están!", razona.
¿Cómo hacen para sobrevivir con tanta incertidumbre? "Muy fácil: yo he reducido mis gastos al mínimo para poder sobrevivir un par de meses si me llegan a echar. No voy a la peluquería ni hacerme la uñas como iba antes. Hace cuatro meses que no me compro ropa. Y si salgo un fin de semana vamos con mis amigos todos en el mismo auto. Nada de que cada uno se lleva su auto ", detalla.
Norma Iudica, californiana y enfermera, detalla más cambios: "Las tarjetas de crédito aumentaron los intereses, así que la gente no gasta y lo que gasta es al contado, algo inusual aca". Y lanza otra dato: "Los shoppings abren una hora más tarde y cierran temprano, pues no hay clientes".
La bronca de la gente se está canalizando a través de escraches, una costumbre que no existía antes en EE.UU. Uno de los blancos preferidos fueron los ejecutivos de la seguradora AIG que recibieron premios multimillonarios a pesar de que esa institución está al borde de la quiebra.
En los estratos sociales más bajos, donde la competencia entre los estadounidenses y los inmigrantes por puestos de trabajo es cada vez más aguda, la xenofobia está en aumento. Muchos hispanos han sido deportados debido a que compañeros de trabajo o conocidos estadounidenses los han denunciado. En la televisión, Lou Dobbs de la CNN, no hace más que echar leña al fuego. Todos los días advierte sobre la amenaza que representan los inmigrantes ilegales para los trabajadores estadounidenses. De hecho, así como antes en la parte inferior de la pantalla decía la hora y la temperatura, ahora aparece durante todo el día la meteorología de la bolsa. Una flecha verde para arriba significa que la bolsa está en aumento, una roja para abajo significa que ha retrocedido. En la calle. Sin techo en Sacramento, en el estado de California. La crisis de las hipotecas dejó a miles de estadounidenses sin casas y en las calles. Los precios de las viviendas, además, cayeron a niveles muy bajos.
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