En Canarias el bacilo de Koch también se resiste
Hoy se celebra el Día Mundial de la Tuberculosis, una enfermedad con cerca de 20.000 años, que sigue existiendo a pesar de que tiene cura. En Canarias se declararon 246 casos en 2007, 153 en Las Palmas y 93 en Santa Cruz de Tenerife. Los expertos coinciden en señalar que es una enfermedad ligada a la pobreza. La tuberculosis es una enfermedad de las calificadas "de pobres", para diferenciarla de las que afectan al conjunto de la población sin entender de escalas sociales. Se calcula que tiene una antigüedad de cerca de 20.000 años, aunque algunos estudiosos argumentan que el bacilo de Koch deriva de una familia mucho más remota. Hoy día esta enfermedad tiene cura, pero sigue afectando a una parte de la población del mundo y presenta riesgos como convertirse en una enfermedad ultrarresistente porque los pacientes no se toman el tratamiento en su totalidad (dura seis meses).
Domingo Núñez, jefe del servicio de Epidemiología de Salud Pública de la Consejería de Sanidad, afirma que en 2007 se notificaron 246 casos en las Islas, lo que supone una tasa de 12,14 por 100.000 habitantes. Con respecto a 2006, se ha producido un descenso en el número de casos, ya que ese año se registraron 284 casos (una tasa de 14,23).
Esa tendencia a la baja se ha percibido tanto en la provincia de Las Palmas como en la de Santa Cruz de Tenerife. La primera registró en 2007 153 casos y 179 en 2006, mientras que Santa Cruz los datos fueron de 93 en 2007 y 105 en 2006.
Núñez asegura que la tuberculosis "siempre se ha mantenido por debajo de 15 casos por 100.000 habitantes" desde el año 2000.
Las Palmas, que es la provincia con mayor incidencia, registra una tasa anual de "entre 15 y 20 casos por 100.000 habitantes", aunque se registraron picos como en el año 2003, con una tasa de 22, añadió el experto.
El jefe de Epidemiología reconoce que, a pesar de que es una enfermedad de declaración obligatoria, "puede ser que haya algún caso que no se declare", por lo que la cifra podría ser más alta.
La clave para controlar el contagio de la tuberculosis (se transmite por el aire, cuando el enfermo estornuda, tose o escupe) es "el control y la prevención", que a su vez se basa "en el diagnóstico y tratamiento de los casos y de los contactos de esos casos (convivientes y entorno de trabajo)".
Por ese motivo, para evitar que la enfermedad se transmita es importante poseer "un diagnóstico cuanto más precoz, mejor", lo que pasa por "un grado de organización adecuado entre hospitales, Atención Primaria y Salud Pública". Núñez reconoció que este aspecto "no funciona todo lo bien que debería" y , a pesar de esto, Canarias tiene una tasa de tuberculosis inferior a la media de España y del total de la Unión Europea, añadió.
En 2007, la tasa en España fue de 16,9 casos por cada 100.000 habitantes y de 17,3 en la Unión Europea (UE). Hay países como Rumanía en los que esta cifra se dispara, con 118 casos por 100.000 habitantes, o Lituania con 71.
Más cerca de nosotros, Portugal también nos supera, con una tasa de 29,5. Sin embargo, Francia se queda en un 8,8.
Según Europa Press, España es el noveno país europeo en incidencia de tuberculosis, con 5.629 nuevos enfermos al año, y el cuarto en número de casos totales registrados, con 8.029. En España la incidencia de la enfermedad fue de 18,3 casos por cada 100.000 habitantes en 2008.
El año pasado se diagnosticaron en España 1.048 casos menos de tuberculosis que el año anterior, a falta de incluir los datos de Galicia, donde en 2007 se registraron 570 enfermos. Pero "estas cifras son necesariamente más elevadas", según señaló la doctora Rosario Menéndez, coordinadora de tuberculosis de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). "Una tercera parte de los casos no se notifican", afirmó.
Porque los inmigrantes son los primeros que se han señalado como causantes del repunte de esta enfermedad en los países desarrollados. Una afirmación que combaten las asociaciones que atienden a personas de este colectivo.
Carlos Arroyo es médico voluntario de Médicos del Mundo y asegura que "la prevalencia de la tuberculosis entre los inmigrantes no es superior a la de la población canaria". De hecho, los datos de Salud Pública muestran que en 2007 el 76,5% de los casos declarados según su procedencia eran españoles.
La tuberculosis "es una enfermedad ligada a la pobreza", reconoce, a tiempo que recuerda que esa pobreza se puede observar "en barrios periféricos".
También está asociada a "conductas de riesgo como sexo y drogas". El uso de la prostitución o de drogas que debilitan la salud pueden ser la vía de entrada de esta enfermedad.
Para estas personas en exclusión social se desarrollan "estrategias de tratamiento directamente observables", es decir, que se le suministre y se lo tome en el albergue o en el lugar en el que se le suministra la metadona.
Una cuestión de dinero
La relación entre pobreza y enfermedad es directa, incluso en países como España, donde la sanidad es gratuita. El estudio realizado por la Fundación Foessa (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada) para 2008 analiza la relación entre pobreza y asistencia sanitaria. Las conclusiones de este texto dicen que "el 27% de la población más acomodada declaraba en 1995 un nivel de salud deficiente (salud regular, mala o muy mala)". "Este porcentaje se elevaba al 50% entre el grupo de los más desfavorecidos económicamente", concluye. El estudio utiliza datos de la Encuesta Nacional de Salud y los que recaban ellos mismos. El informe recoge que las diferencias en el acceso a los servicios sanitarios "van más allá de la mera voluntad individual de los pacientes para acudir a los centros sanitarios y apuntan a la existencia de diferentes oportunidades de acceso en función del nivel de renta y/o educativo". Como ejemplo, citan estudios basados en la Encuesta Nacional de Salud para 1993: "La media de tiempo de espera para ingreso hospitalario varía de los 18,8 días para las personas con educación superior a los 83,5 días para las personas con un nivel educativo más bajo". ElDía.es.
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