Cae en Amsterdam el mafioso calabrés más buscado, autor de la matanza de Duisburgo
El jefe de la ’Ndrangheta, Giovanni Strangio, de 30 años, y su cuñado Francesco Romeo fueron arrestados el jueves por la noche en Amsterdam. Strangio está acusado de haber planeado y ejecutado la matanza del 15 de agosto de 2007 ante la pizzería Da Bruno de Duisburgo (Alemania), en la que fueron asesinados seis calabreses de un clan rival. Strangio, que según dijeron las autoridades del país será extraditado en breve a Italia, tenía consigo al ser detenido un millón de euros en dinero, un arma, y una máquina de falsificar pasaportes. La matanza de Ferragosto, como se conoce en Italia al atentado mafioso de Duisburgo, dio relevancia internacional a la ’Ndrangheta, la mafia calabresa, y destapó la guerra entre clanes conocida como la Faida de San Luca, llamada así en honor de esa localidad del sur de Italia. Más de 70 casquillos de bala fueron encontrados en la puerta del restaurante Da Bruno, cuyo propietario, llamado también Strangio, vivía en Alemania desde 20 años atrás. La acción policial contra el capo calabrés, coordinada entre fuerzas italianas (de Reggio Calabria y de Roma), alemanas y holandesas, se ha apoyado en escuchas telefónicas, y pilló por sorpresa a Strangio, que cenaba con su cuñado, su mujer y su hijo cuando los agentes entraron en la casa, una típica vivienda holandesa de tres plantas. Strangio estaba en la lista de los 30 delincuentes más peligrosos de Italia. Romeo era buscado por tráfico de drogas. Ambos vivían tranquilos en Amsterdam, aunque a veces se disfrazaban con gafas y sombreros.
Vendetta
Las seis personas asesinadas en el tiroteo de la pizzería alemana tenían entre 17 y 39 años, y según la policía fueron abatidas por un comando llegado desde el sur de Italia y compuesto al menos por cuatro pistoleros. El líder era Giovanni Strangio, que ideó el ataque como vendetta por el asesinato de su prima, Maria Strangio, tiroteada en San Luca el día de Navidad de 2006, según los fiscales. Junto a ella fue herido su hijo, de cinco años, aunque la investigación reveló que los disparos iban dirigido contra su marido, Giovanni Nirta, uno de los capos de la cosca (banda) Nirta-Strangio. Giovanni Strangio había sido excarcelado pocos meses antes de la emboscada de Duisburgo, tras ser arrestado por posesión de una pistola en el funeral de su prima. El joven capo era dueño también de dos pizzerías en Alemania que la cosca usaba como base logística para los negocios de la ’Ndrangheta. La mafia calabresa, la más pujante de Italia, se ha convertido en los últimos años en una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo. Domina el tráfico de cocaína, y a la policía le resulta difícil desactivarla porque apenas hay arrepentidos: sus clanes están atados con lazos de sangre. El arresto de Strangio fue festejado por el ministro del Interior, Roberto Maroni, quien declaró que era "una jornada para enmarcar", ya que ese día se produjo también la detención del boss de la mafia palermitana Antonino Lo Nigro. Horas antes, Maroni había revelado que las mafias italianas mueven 100.000 millones de euros anuales. Strangio tenía en casa un pequeño porcentaje.
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