La Marina de Israel no entiende el alto el fuego y sigue torpedeando a Gaza
La capital de Gaza se despertó ayer, cuarto día de la tregua por separado de Israel y Hamás, ensordecida por el estruendo de los torpedos lanzados obsesivamente por la Marina israelí frente a sus costas. Los disparos, que arrancaron pocos minutos después de las siete de la mañana, empezaron impactando en el agua donde faenaban pequeñas embarcaciones de pesca palestinas, aunque posteriormente alcanzaron tierra, donde hirieron al menos a cinco personas. Uno de los proyectiles a punto estuvo de causar graves daños al caer apenas a cien metros de un centro de distribución de ayuda de la ONU, que en esos momentos se encontraba vacío. De acuerdo con los servicios médicos del hospital de Shifa, dos de las víctimas heridas de gravedad son un hombre y una mujer que paseaban cerca de la playa del campo de refugiados de Shati, al norte de Gaza capital.
El ataque -que según los vecinos de la Franja se viene repitiendo todas las mañanas a pesar de la tregua- era ayer justificado por Israel con la excusa de que su fuerza tuvo que efectuar varios «disparos de advertencia» para impedir que los pesqueros palestinos se alejaran de la costa. Israel enmarcaba así este incidente dentro de las prácticas de control de las aguas de Gaza que -desde la captura en 2006 del soldado judío Gilad Shalit- se ha traducido en su derecho a disparar a toda embarcación que se adentre en el mar más allá de 8 kilómetros. Una práctica que ahora parece estar por encima del alto el fuego en curso.
Esta presunta violación de la tregua perpetrada por Israel no provocó mayores reacciones. Ni siquiera por parte de Hamás, cuya delegación decidió ayer no acudir a la reunión convocada en El Cairo para reanudar la negociación sobre un posible acuerdo. Al parecer, el Movimiento habría pedido más tiempo para valorar las propuestas sobre la mesa y un retraso en la fecha.
En el lado israelí, el ministro de Defensa, Ehud Barak, retomaba ayer el asunto pendiente de la captura de Shalit para señalar que la reciente ofensiva en Gaza podría «acelerar» la liberación del militar. Barak es hoy por hoy el principal beneficiado de los resultados de la operación «Plomo Sólido» y la puesta en libertad del soldado podría disparar sus posibilidades con vistas a las elecciones del 10 de febrero. No obstante, el ministro no ocultó ayer que el intercambio de Shalit con Hamás requerirá adoptar «decisiones duras» en términos de entrega de numerosos presos palestinos.
Los ataques fueron repudiados en varias partes del mundo y las peores protestas ocurrieron en Buenos Aires, donde cientos de manifestantes protagonizaron incidentes frente a la embajada de Israel, tratanto de tirar el vallado protector.
0 comentarios