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CAUSA ABIERTA

Huyen como ratas

Cerca de 60 cirujanos y anestesistas y algunos funcionarios, todos con sueldos astronómicos, optaron por renunciar al Casmu. A estos señores con sueldos de 100, 200 y 300 mil pesos ya no les queda capacidad de maniobra para seguir percibiendo esas sumas indignantes que mucho ayudaron para que la institución se hundiera. 

La reestructura salarial elevada por la directiva es una vergüenza y fue rechazada de plano por el gobierno que no da luz verde al fideicomiso  para sanear su pasivo. Como el barco se va a pique entonces los primeros que emigraron a otros centros asistenciales fueron, como no podía ser de otra manera, los médicos empresarios.

Los suplentes no se presentan para llevar a cabo una intervención. Las salas no se habilitan porque no hay funcionarios.  El viernes no se llegó a un acuerdo en lo que refiere a la reestructura salarial, y el director nacional de Trabajo, Julio Baráibar, señaló que "no se descarta" una intervención, aunque aclaró que el gobierno "va a hacer todo lo posible" para evitarlo.

Por su parte, los funcionarios no médicos rechazaron  también ayer la propuesta de reestructura formulada por el Ministerio de Salud Pública y señalaron que la fórmula presentada por la Junta Directiva del Casmu era una "tomadura de pelo". Los funcionarios sienten que son los más perjudicados en las propuestas de reestructura.

Mientras no se alcance un acuerdo, el Casmu no podrá acceder al fideicomiso para reestructurar su pasivo, que ronda los 100 millones de dólares, ni al dinero necesario para cumplir con el pago de salarios, aguinaldos y gastos.

Si el gobierno no interviene rápidamente en el caos, los primeros perjudicados serán los usuarios que ya están pasando penurias, de lo contrario habría que abrir el “corralito” rápidamente para que se vayan a otras mutualistas.
 

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