Argentina dio un ejemplo a Estados Unidos, a Israel y al mundo al impedir la construcción del oprobioso muro

América Latina respira. Como un solo hombre Argentina se puso de pie y terminó con la idea de un intendente delirante que, para proteger a 33 familias adineradas, había ordenado la construcción de un muro que las separaba de un populoso barrio en Buenos Aires. Los vecinos furiosos ya se habían encargado de demoler la construcción pero, simultáneamente, el gobierno y la justicia ordenaron detener "el proyecto" que trajo mayor división aún en una sociedad convulsionada. Las críticas contra el intendente arreciaron desde todos los ámbitos pero aún quedan cosas por resolver, sobre todo qué hacer con un personaje de esas características. Debería ser sometido a una pericia psiquiátrica para ver si se trata de un enfermo mental, cosa que obligaría a su internación en un sanatorio y con cuidados especiales. O si los vecinos que "planearon" el mundo juntaron algún dinerillo para él, cosa que debería terminar con sus huesos en la cárcel. Sin perjuicio de ello, Argentina ha dado un ejemplo a países como Estados Unidos que levantó un enorme muro que lo separa de México, o como Israel que hizo lo propio con la franja de Gaza y ese ejemplo debe, también, recorrer el mundo.