Obama humillado en China
El presidente de EEUU ha recibido una humillación sin precedentes en China, adonde ha viajado para asistir a la reunión del G-20, algo de lo que los medios de comunicación quizás no se han hecho eco adecuadamente.
Los hechos se han producido curiosamente, después de que el presidente norteamericano y el chino comparecieran conjuntamente este sábado 3 de septiembre, sellando su compromiso para abordar el problema del cambio climático.
Según los reporteros desplazados para cubrir la cumbre, se produjo un choque diplomático entre funcionarios chinos y norteamericanos, en el que se vio implicada la asesora de seguridad nacional, Susan Rice, y que degeneró en una discusión “poco diplomática” por parte de un miembro de la delegación china y miembros de la delegación norteamericana.
Todo comenzó con el aterrizaje del avión del presidente norteamericano, el Air Force One, en el aeropuerto internacional de Hangzhou-Xiaoshan: según informa la agencia AP, no había ninguna escalera que permitiera a Obama bajar del avión y descender hasta la alfombra roja.
Dicho de otra manera: a los funcionarios chinos no les dio la gana de enviar una escalera al pie del Air Force One, para que el presidente norteamericano pudiera realizar el ya típico descenso de la escalinata saludando hasta la alfombra roja, grabado y fotografiado por los medios de comunicación de su país.
Ante la falta de escaleras para bajar a la pista, Obama se vio obligado a utilizar una salida alternativa de emergencia del avión, lo que representa un gesto humillante claro por parte de las autoridades chinas, hacia el hombre que preside el país presuntamente más poderoso de la Tierra.
Además, mientras Obama bajaba por la escalera de emergencia del Air Force One, un funcionario chino empezó a gritar al personal de la Casa Blanca, después de que el contingente de prensa que viaja con el presidente, fuera llevado a la pista, a un espacio que el funcionario chino no creía el adecuado, puesto que intentaron situarse debajo del ala del Air Force One para poder registrar el descenso de Obama por la escalera de emergencia.
Entonces se produjo un incidente adicional, cuando un funcionario chino también intentó impedir que la Asesora de Seguridad Nacional, Susan Rice y el Asesor Adjunto de Seguridad Nacional Ben Rhodes, se saltaran la cuerda azul que delimitaba el espacio destinado a la prensa, intentando incorporarse a la comitiva en la que estaba el presidente Obama.
Enmedio de la bronca que estaba recibiendo la delegación norteamericana, un funcionario de la Casa Blanca dijo que Obama “era su presidente” y que “el Air force One es nuestro avión y que la prensa no se va a mover de la zona designada”.
El funcionario chino respondió con rabia que: “Este es nuestro país. Este es nuestro aeropuerto”
El intercambio fue registrado por la reportera Roberta Rampton, de la agencia Reuters.
El escándalo fue a más, con miembros de las delegaciones chinas y estadounidense estando a punto de golpearse los unos a los otros. De hecho, dos funcionarios chinos, uno de los cuales trabajaba para ayudar a la delegación americana, tuvieron que ser separados físicamente después de que trataran de golpearse entre sí.
Como añade el Wall Street Journal: “los chinos prohibieron a Obama que incluyera el contingente de prensa que habitualmente le acompaña en sus viajes a su caravana. Los anfitriones también han rechazado la petición de la Casa Blanca de realizar una conferencia de prensa conjunta con Xi, y planean bloquear en la televisión china, la emisión de la rueda de prensa en solitario de Obama”.
Sin embargo, los desacuerdos entre funcionarios chinos y estadounidenses no se limitaron a la pista de aterrizaje.
En la Westlake Statehouse, donde se realiza la cumbre, un grupo de personal de la Casa Blanca que llegó antes que Obama, fue detenido en un control de seguridad. Entonces se inició una fuerte discusión entre las autoridades chinas y personal de la Casa Blanca, oficiales de protocolo y oficiales del servicio secreto, que trataban de acceder al edificio de forma separada a la prensa.
De acuerdo con el informe de los medios norteamericanos desplazados, pudieron escuchar a los funcionarios estadounidenses discutiendo en chino con funcionarios chinos sobre el número de estadounidenses que podían pasar por los controles de seguridad al mismo tiempo, y sobre a cuántos funcionarios de la Casa Blanca se les permitía estar en el edificio antes de la llegada de Obama, así como discusiones sobre qué funcionarios estadounidenses estaban en una lista de seguridad.
“El presidente llegará aquí en una hora”, se pudo escuchar por parte de un exasperado funcionario de la Casa Blanca.
Un funcionario chino encargado de ayudar a los funcionarios estadounidenses, se enfureció por la forma en que los guardias estaban tratando al personal de la Casa Blanca, a medida que la discusión se intensificaba: “No empuje a la gente. Nadie le da el derecho de tocar o empujar a nadie” gritó en chino a uno de los agentes de seguridad chinos que bloqueaban el acceso.
Otro funcionario chino que también trataba de ayudar al personal de la Casa Blanca se interpuso entre los dos hombres, justo cuando el funcionario de seguridad local parecía que iba a asestar un golpe al otro. “Cálmese, por favor. Cálmese”, dijo un funcionario de la Casa Blanca.
“Paren, por favor”, dijo un funcionario del Ministerio de Asuntos Exteriores en chino. “Hay reporteros aquí”
Otro desacuerdo se produjo cuando los funcionarios y la prena consigueron acceder finalmente al interior del edificio. Los funcionarios chinos dijeron a los funcionarios de la Casa Blanca encargados de la prensa que sólo se permitía entrar a 10 periodistas estadounidenses. “Eso no es correcto”, respondió un funcionario de prensa de la Casa Blanca.
Dos periodistas estadounidenses se quedaron fuera y no se les dejó acceder a la sala, a pesar de los funcionarios de prensa de la Casa Blanca insistieron en que había espacio suficiente. “Hay espacio suficiente. Son reporteros de prensa. Pueden estar de pie”, dijo un funcionario de prensa de la Casa Blanca. Finalmente se permitió el acceso a los dos periodistas.
Aunque es previsible que este conjunto de incidentes diplomáticos no pase de aquí y se realicen los habituales postureos diplomáticos conjuntos en las próximas horas, con fotos y encajadas de manos para aparentar buena relación, lo cierto es que este viaje de Obama a China pasará a la historia como ese viaje en el que China humilló al presidente de Estados Unidos y a toda su comitiva de una manera sin precedentes.
Cabe destacar también, que los incidentes se produjeron poco después de que Obama criticara públicamente al gobierno chino sobre el conflicto en el Mar de China Meridional.
0 comentarios